San Pedro Sula, Honduras.
En menos de un mes de haber ejecutado un desalojo en el acuífero de Sunseri, ayer las autoridades juiciales, policiales y militares tuvieron que volver a actuar desalojando a más de cien personas que se armaron con palos, machetes y piedras como amenaza para que no los sacaran de las tierras.
Las 88 manzanas que han sido invadidas están en el segundo anillo de circunvalación a la orilla de donde se construyeron las dos trochas que se unen con el bulevar del norte. Los invasores que se habían adueñado de las tierras son ciudadanos que dicen que viven en los bordos de la colonia Bográn.
“Tenemos que buscar adonde vivir y aquí son potreros que nadie los cuida”, gritaba una mujer a los policías cuando les pedían que salieran pacíficamente de las tierras. El desalojo comenzó ayer a las 7:00 am y, al igual que los policías y militares, a una parte de los terrenos ingresó una motoniveladora para arrastrar los palos con la que los invasores han construido covachas para marcar cada uno su pedazo de terreno.
Durante unas dos horas, un buen grupo de las personas estaban desalojando y dialogando con las autoridades que estaban ejecutando las acciones ordenadas por el juzgado; pero a eso de las 10:00 am, sujetos armados con piedras, palos y machetes comenzaron a agredir a los policías. Hasta niños de entre 7 y 12 años se unieron a la agresión con piedras que lanzaban contra la tanqueta de agua de la Policía que llegó al lugar para dispersar a los invasores.
Las acciones de los menores de edad fueron observadas por personal de la Dirección Nacional de Adolecencia y Familia (Dinaf) que acompañaron también a representantes del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh).
Los disturbios fueron controlados por los policías que lanzaron bombas lacrimógenas para ahuyentar a los atacantes que se escondían en casas cercanas. Al final de la operación se detuvo a seis hombres que fueron llevados a la Policía, a los que la Fiscalía interpondrá la acusación con las pruebas presentadas.
Según los abogados que representan a los dueños de las propiedades, el 22 de enero fue efectuado el primer desalojo de este año y las mismas personas volvieron a invadir los terrenos, de los cuales tienen conocimiento que son tierras privadas. Indicaron que ahora la Fiscalía actuará en contra de los que han sido detenidos, así como en contra de los invasores que sigan reincidiendo.
En menos de un mes de haber ejecutado un desalojo en el acuífero de Sunseri, ayer las autoridades juiciales, policiales y militares tuvieron que volver a actuar desalojando a más de cien personas que se armaron con palos, machetes y piedras como amenaza para que no los sacaran de las tierras.
Las 88 manzanas que han sido invadidas están en el segundo anillo de circunvalación a la orilla de donde se construyeron las dos trochas que se unen con el bulevar del norte. Los invasores que se habían adueñado de las tierras son ciudadanos que dicen que viven en los bordos de la colonia Bográn.
“Tenemos que buscar adonde vivir y aquí son potreros que nadie los cuida”, gritaba una mujer a los policías cuando les pedían que salieran pacíficamente de las tierras. El desalojo comenzó ayer a las 7:00 am y, al igual que los policías y militares, a una parte de los terrenos ingresó una motoniveladora para arrastrar los palos con la que los invasores han construido covachas para marcar cada uno su pedazo de terreno.
Los agentes respondieron con bombas lacrimógenas las agresiones.
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Las acciones de los menores de edad fueron observadas por personal de la Dirección Nacional de Adolecencia y Familia (Dinaf) que acompañaron también a representantes del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh).
Los invasores en su mayoría salieron de forma pacífica cuando les destruyeron las covachas.
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Según los abogados que representan a los dueños de las propiedades, el 22 de enero fue efectuado el primer desalojo de este año y las mismas personas volvieron a invadir los terrenos, de los cuales tienen conocimiento que son tierras privadas. Indicaron que ahora la Fiscalía actuará en contra de los que han sido detenidos, así como en contra de los invasores que sigan reincidiendo.
Un grupo de 98 policías controló el desalojo junto a 30 militares.
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