En una exitosa operación policial en la marginal colonia Arturo Duarte de Comayagüela se logró la liberación de Eimy Ordóñez Lanza, 21, secuestrada el pasado 28 de enero en la colonia El Carrizal.
En el rescate capturaron a tres supuestos miembros de la banda de secuestradores: Juan Carlos Velásquez, 21, Esteban René Sierra Montoya, 19, y Marco Reiniery Escoto Bejarano, 18.
Según los detectives que llegaron primero a la vivienda donde mantenían cautiva a la muchacha, al capturar a los tres sospechosos, se escaparon tres personas: dos hombres y una mujer que se encargaba de prepararle la comida a la plagiada.
“Les pedimos a las personas que pasan por esta situación que denuncien, ya que la mayoría de veces tenemos que trabajar de oficio y no porque los familiares de los secuestrados interpongan la denuncia”, manifestó el director de la Policía de Fronteras, René Maradiaga
Panchamé.
Agregó que, desde el momento en que la joven fue secuestrada, un equipo integrado por agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, Dnic, del Grupo Especial Antisecuestros, Geas, y la unidad de Análisis de la Policía Preventiva comenzó a investigar y ubicó la residencia donde tenían a la plagiada.
“Regresé a la vida”
Eimy Ordóñez Lanza fue interceptada por varios sujetos que vestían la camisa de la Dnic y además portaban la placa de esta institución, según la víctima. Con su rostro bañado en lágrimas de felicidad por su liberación, Eimy agradeció a Dios y a la Policía por haberla liberado sin un rasguño.
“Yo iba a la universidad cuando me agarraron, me dijeron que eran de la Policía y que iban hacer una revisión de rutina. De ahí me trajeron acá con la cara vendada”, relató la joven.
La estudiante aseguró que, al trasladarla, los secuestradores le dijeron que sus papás “tenían que entregar todo lo que tenían para verme de nuevo, y que yo tenía que despojarme de todo. Que no diera aviso a la Policía porque me iba a ir peor, que siempre confiara en Dios. Me decían que Dios existía y que, si Dios existía, que no sintiera miedo”.
La liberada mostró su agradecimiento. “Les doy primeramente las gracias a Dios y a la Policía por haberme encontrado porque me sentía mal. Cuando vi al muchacho que entró y dijo ‘policía’, sentí que había regresado a la vida. Por eso se lo agradezco mucho, porque me encontraron aún con vida, sin un raspón, sana y salva”.
La joven manifestó que sus plagiarios le daban de comer y a veces le llevaban agua de coco y galletas, “nunca me gritaron ni me dijeron malas palabras”, agregó.
“Le doy gloria al Señor”, ellos habían pedido rescate, pero eso no importa, éste es el mejor rescate que puede haber: el amor del Señor, el amor de nuestros hermanos y la vida que es la que nos glorifica y por eso doy gracias”, dijo Isabel Lanza, madre de Eimy.
