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Pobladores enardecidos incendian estanco en Intibucá

  • 08 junio 2018 /

Los vecinos de El Cacao decidieron ponerle fin a la venta de alcohol en una casa, por lo que quemaron el lugar y desecharon las botellas de aguardiente.

    Intibucá, Honduras.

    Lo s pobladores de la comunidad de El Cacao, en el municipio de Intibucá, le declararon la guerra a las bebidas alcohólicas desde hace varias décadas. Ayer demostraron que su lucha la defienden a costa de lo que sea.

    Una familia se atrevió a romper esa regla y se convirtió en la mecha encendida que hizo estallar la bomba.

    Se trata de los propietarios de la pulpería Los Temerarios, donde se vendían bebidas embriagantes de manera clandestina.

    El actuar de los propietarios del negocio provocó indignación entre los vecinos de la comunidad, por lo que procedieron a ponerle fin a la actividad.

    Los pobladores destruyeron las botellas de alcohol.
    Un grupo de pobladores llegó al lugar y se apoderaron de él por la fuerza, amarraron a los miembros de la familia, quemaron la pequeña vivienda construida de madera y láminas de zinc y desecharon las botellas de aguardiente.

    Los vecinos sacaron las botellas y las vaciaron en la orilla de la carretera como parte de la protesta.

    Miembros del Cuerpo de Bomberos de Intibucá llegaron al lugar, pero el fuego ya había consumido la casa de madera donde funcionaba el ilegal negocio.

    Amarrados

    Debido al escándalo que se armó en el pueblo, agentes de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) llegaron a verificar lo ocurrido y encontraron atados de pies y manos y amarrados a los postes del tendido eléctrico a los integrantes de la familia.

    Una mujer quedó amarrada de pies y manos y la bebida en la calle.
    Ellos fueron identificados como Ernesto Domínguez Meza, María Joselina Sánchez, Dilcia Sánchez, Jovita Domínguez, Abelardo Domínguez Sánchez y Ernesto Alonso Domínguez.

    Las autoridades de Fusina encontraron a varias mujeres con golpes en el rostro y otras partes del cuerpo debido a la revuelta que se armó.

    Los uniformados evitaron que los enardecidos pobladores le quitaran la vida a los propietarios del negocio.