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Paleontóloga francesa recobra su libertad

  • 19 abril 2016 /

San Pedro Sula, Honduras.

Después de permanecer casi seis días en la cárcel, la paleontóloga francesa Susan Lee Hendrickson ayer logró su libertad al demostrar que los 63,000 dólares que le decomisaron en el aeropuerto sampedrano son de origen lícito.

Hendrickson enfrentó ayer en audiencia inicial con su defensor René Altamirano la acusación por supuesto lavado de activos que hizo la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado.

En la acusación señala que el 13 de abril Susan Hendrickson estaba en el aeropuerto Ramón Villeda Morales cuando le consultaron cuánto dinero llevaba y ella expresó que $25,000 y le comunicaron que excedía de la cantidad permitida.

Luego la extranjera le dijo a los agentes que eran 63,000 dólares en efectivo los que cargaba en su bolso. El abogado René Altamirano expresó que como prueba de la legalidad del dinero presentaron los estados bancarios de su representada de dos bancos de Estados Unidos con reportes recientes, así como transacciones notablemente grandes, pues Susan trabaja para varios museos en el mundo y hace investigaciones. Manifestó que ella recibe transferencias de manera regular y realiza sus transacciones de forma electrónica.

Agregó que el dinero que llevaba era para la compra de una propiedad en Belice, la cual quiso hacer desde un banco en Guanaja, pero le indicaron que no era posible, por lo que llevaba el efectivo.

A las 4:00 pm, el juez con jurisdicción nacional resolvió decretar un sobreseimiento provisional. En ese caso, la Fiscalía tiene cinco años para investigar el caso o cerrar el proceso. La paleontóloga francesa afirmó que su temor de decir que llevaba el dinero fue por la violencia, robos y matanzas que ocurren y hasta pensó que los oficiales se lo podrían robar. Lamentó que no le dieran oportunidad de explicar que era dinero legal por lo que fue enviada a la cárcel.

“He sido bien tratada en la prisión, tuve una aventura bonita, en Honduras tengo mi única casa, hay gente muy buena y aquí voy a morir”, dijo Susan, quien ayer salió del penal acompañada por su abogado, así como de amigos y empleados que la respaldaron. Ella regresará a su casa de descanso en Guanaja, en la que aloja a muchos perros y otros animales que rescata de las calles y los cuida.