Tegucigalpa, Honduras.
Lo tenían todo. Salud, juventud y sobre todo una bella amistad que los unía, tanto que hasta al momento de morir lo hicieron juntos.
Son los estudiantes Stefanía Salgado y Jorge Alberto Guzmán, ambos de 17 años, que murieron el pasado domingo cuando fueron atropellados por una camioneta que era conducida por otro menor de edad, un joven de 16 años, a la altura de la carretera que conduce al municipio de Santa Lucía.
La hermosa joven era una fiel seguidora de Club Olimpia, y como tal practicaba fútbol en una pequeña liga a la que pertenecía. Sus compañeros la recuerdan como jovial, inteligente, dulce y cariñosa, activa en su colegio.
A pocos días de cumplir su mayoría de edad, lo que la hermosa joven deseaba era poder ejercer su carrera de Hostelería y Turismo, y solo le faltaban unos meses para graduarse y ver su sueño hecho realidad. Ahora ese lugar en su graduación estará vacío.
Sus amigos de colegio hoy lloran a su amiga “la chaparrita” y aseguran que extrañarán hasta su más sencillo gesto.
El luto abraza a la familia de la joven que no alcanzó a celebrar su natalicio, para ella el viaje terminó y el grato recuerdo que sus familiares tienen de ella es lo único que queda para seguir adelante.
Víctimas de la tragedia
Mientras los sueños de Jorge Alberto, quien tenía cuatro hermanos más, eran muchos. Era de los que se llenaba de cemento sus manos para ayudar a su madre, una mujer soltera.
El joven estudiaba a distancia en el mismo instituto que Stefanía. Ese fatídico día, ambos se encontraron a la salida del colegio y tomaron el mismo autobús para regresar a sus casas, pero desafortunadamente fueron víctimas de la irresponsabilidad de un menor de 16 años, quien fue llevado en estado crítico hacia un centro asistencial.
Alberto, conociendo la diligencia que Stefanía debía realizar, bajó de la unidad junto con ella para acompañarla.
Este amable gesto le costó la vida, ya que cuando la camioneta, que era conducida por un joven de 16 años se salió de control, él fue el primero en fallecer.
Lo tenían todo. Salud, juventud y sobre todo una bella amistad que los unía, tanto que hasta al momento de morir lo hicieron juntos.
Son los estudiantes Stefanía Salgado y Jorge Alberto Guzmán, ambos de 17 años, que murieron el pasado domingo cuando fueron atropellados por una camioneta que era conducida por otro menor de edad, un joven de 16 años, a la altura de la carretera que conduce al municipio de Santa Lucía.
La hermosa joven era una fiel seguidora de Club Olimpia, y como tal practicaba fútbol en una pequeña liga a la que pertenecía. Sus compañeros la recuerdan como jovial, inteligente, dulce y cariñosa, activa en su colegio.
A pocos días de cumplir su mayoría de edad, lo que la hermosa joven deseaba era poder ejercer su carrera de Hostelería y Turismo, y solo le faltaban unos meses para graduarse y ver su sueño hecho realidad. Ahora ese lugar en su graduación estará vacío.
Sus amigos de colegio hoy lloran a su amiga “la chaparrita” y aseguran que extrañarán hasta su más sencillo gesto.
El luto abraza a la familia de la joven que no alcanzó a celebrar su natalicio, para ella el viaje terminó y el grato recuerdo que sus familiares tienen de ella es lo único que queda para seguir adelante.
Víctimas de la tragedia
Mientras los sueños de Jorge Alberto, quien tenía cuatro hermanos más, eran muchos. Era de los que se llenaba de cemento sus manos para ayudar a su madre, una mujer soltera.
El joven estudiaba a distancia en el mismo instituto que Stefanía. Ese fatídico día, ambos se encontraron a la salida del colegio y tomaron el mismo autobús para regresar a sus casas, pero desafortunadamente fueron víctimas de la irresponsabilidad de un menor de 16 años, quien fue llevado en estado crítico hacia un centro asistencial.
Alberto, conociendo la diligencia que Stefanía debía realizar, bajó de la unidad junto con ella para acompañarla.
Este amable gesto le costó la vida, ya que cuando la camioneta, que era conducida por un joven de 16 años se salió de control, él fue el primero en fallecer.