La Policía aún no tiene una hipótesis oficial sobre la muerte de cinco jóvenes la noche del jueves en esta ciudad, aunque la ciudadanía hace diferentes conjeturas sobre el caso, entre ellas, que se trata de un ajuste de cuentas.
Una cancha de fútbol sirvió de escenario para que supuestos sicarios asesinaran a los cinco muchachos que siempre andaban juntos.
Según información suministrada por vecinos, los jóvenes llegaban habitualmente al campo de fútbol del barrio Las Galeras por las tardes a platicar, departir y fumar.
Aunque a veces se tomaban un par de tragos, eran pacíficos, no se metían con nadie, al menos en la vecindad, dijo un amigo.
La declaración contrasta con el informe preliminar dado a conocer por el jefe de la Policía de Investigación de la ciudad, inspector Carlos Valladares, que señala a los jóvenes como miembros de una banda dedicada a robar en algunas zonas de la ciudad.
Uno de los ultimados, Darwin Bladimir Rivera, 18, tenía medidas cautelares y se presentaba a los juzgados a firmar cada semana, pues tenía una acusación por robo.
Los otros cuatro, Ever Josué Núñez Jiménez, 18, alias “Peluca”, Óscar Ovidio Aguirre Saldívar, Jorge Alberto Aranda Pineda, 20, y Rasiel Castellanos Melgar, tenían varias denuncias por robo, registradas en el archivo policial, afirmó el inspector Valladares.
En la escena del crimen se encontraron varios casquillos de bala de fusiles AK-47 y pistolas calibre nueve milímetros. Los cuerpos estaban dispersos en varios sectores del campo de fútbol, por lo cual se supone que trataron de escapar de la acción de los criminales, pero fueron alcanzados por las balas.
Miembros de la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público, MP, trasladaron los cuerpos a la morgue de San Pedro Sula bajo la protesta de los familiares.
Justicia con su mano
El comisario Leonel Sauceda, vocero del Ministerio de Seguridad, por la avalancha de grupos de sicarios que están matando a jóvenes con supuestos antecedentes delictivos, opinó que nadie se puede tomar el derecho de quitarle la vida a otra persona, aunque tenga comportamiento antisocial.
Considera que es urgente una mejor planificación y coordinación entre los operadores de justicia para lograr la consistencia legal y operativa en cada caso que la fiscalía sustente ante los juzgados.
Es necesario revisar la aplicación de las medidas cautelares o sustitutivas de la prisión porque su aplicación frustra a la población, sobre todo a familias directamente afectadas por actos de violencia, expresó.
Esta situación es un factor para que mucha gente se deje llevar por sentimientos de venganza y tome la justicia en sus manos al ver en libertad a los victimarios, expresó. Pidió a nombre del Ministerio de Seguridad que los grupos religiosos redoblen esfuerzos para rehabilitar a los presidiarios.