Vivir en los sectores Rivera Hernández o Chamelecón en San Pedro Sula en la zona norte de Honduras o en Las Torres, la Villa Nueva de Tegucigalpa es sinónimo de terror, de zozobra.
Las pandillas pelean su territorio delimitándolo. Chamelecón, uno de los sectores que está en las garras de la Mara 13, está marcada por esa huella que solo denota muerte, secuestro y extorsión, por ello estos lugares permanecen resguardados y los militares se dedican a borrar esos grafitis.
Las casas abandonadas y las paredes marchadas ahora lucen de azul, los militares andan con una rodillo y una lata de pintura en mano para borrar el estigma que esos grafitis provocan y poder crear confianza en la población, este trabajo lo llevan a cabo tanto en San Pedro Sula como en Tegucigalpa.
Según se ha conocido en la capital industrial la Mara 18 está presente en 22 colonias. En tanto, la Salvatrucha controla 58 sectores.
Con rodillo en mano, los militares andan en las colonias borrando los grafitis de las pandillas.
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El objetivo es quitar el estigma que se tiene en estas colonias.
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En Tegucigalpa los militares están pintando las paredes de azul.
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