Tegucigalpa, Honduras.
El Ministerio Público presentó ayer un proceso legal contra una menor de edad que supuestamente asesinó a una recién nacida después de darla a luz.
El hecho ocurrió entre la noche del 22 y la madrugada del 23 de agosto en la colonia La Esperanza, al oriente de la ciudad capital.
Según la investigación, ese día la dueña de la casa, donde fue encontrada la bebé, había salido a caminar y a hacer sus ejercicios de rutina cuando al regresar a la vivienda se percató de la presencia de elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y del Cuerpo de Bomberos.
La mujer sorprendida corrió y preguntó qué estaba pasando en su casa, en ese momento las autoridades le informaron que en su techo estaba siendo recuperada una recién nacida con signos de vida.
Al parecer, vecinos se percataron del pequeño cuerpo sobre el techo y dieron aviso a las autoridades.
Tras el rescate, la recién nacida fue llevada al Materno Infantil del Hospital Escuela Universitario (HEU), adonde confirmaron que ya había muerto.
El techo de la casa
Al ser interrogada, la señora dijo no saber qué hacía ese bebé ahí y a quién pertenecía. Sin embargo, la mujer inmediatamente recordó que la noche anterior ella escuchó un ruido muy fuerte sobre el techo de su vivienda, como si los vecinos le hubiesen lanzado algo sobre su casa.
La Fiscalía instruyó una serie de diligencias, entre ellas la inspección de la casa en la que se halló la bebé, encontrando los investigadores manchas de sangre en su interior.
Las investigaciones concluyeron que el día del hallazgo del bebé una sobrina de los dueños de la casa se había alojado en la casa por el término de cuatro días.
Eso llevó a los indagadores a ubicar a una menor de 17 años en la colonia Los Pinos (la sobrina), y aunque esta negó los hechos determinaron que tenía signos evidentes de haber dado a luz, según el dictamen forense.
La menor sospechosa de inmediato fue capturada y presentada ante la autoridad judicial competente en virtud de los suficientes indicios encontrados en su contra, de los cuales la prueba científica fue fundamental para esclarecer las circunstancias del hecho punible.
El Ministerio Público presentó ayer un proceso legal contra una menor de edad que supuestamente asesinó a una recién nacida después de darla a luz.
El hecho ocurrió entre la noche del 22 y la madrugada del 23 de agosto en la colonia La Esperanza, al oriente de la ciudad capital.
Según la investigación, ese día la dueña de la casa, donde fue encontrada la bebé, había salido a caminar y a hacer sus ejercicios de rutina cuando al regresar a la vivienda se percató de la presencia de elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y del Cuerpo de Bomberos.
La mujer sorprendida corrió y preguntó qué estaba pasando en su casa, en ese momento las autoridades le informaron que en su techo estaba siendo recuperada una recién nacida con signos de vida.
Al parecer, vecinos se percataron del pequeño cuerpo sobre el techo y dieron aviso a las autoridades.
Tras el rescate, la recién nacida fue llevada al Materno Infantil del Hospital Escuela Universitario (HEU), adonde confirmaron que ya había muerto.
El techo de la casa
Al ser interrogada, la señora dijo no saber qué hacía ese bebé ahí y a quién pertenecía. Sin embargo, la mujer inmediatamente recordó que la noche anterior ella escuchó un ruido muy fuerte sobre el techo de su vivienda, como si los vecinos le hubiesen lanzado algo sobre su casa.
La Fiscalía instruyó una serie de diligencias, entre ellas la inspección de la casa en la que se halló la bebé, encontrando los investigadores manchas de sangre en su interior.
Las investigaciones concluyeron que el día del hallazgo del bebé una sobrina de los dueños de la casa se había alojado en la casa por el término de cuatro días.
Eso llevó a los indagadores a ubicar a una menor de 17 años en la colonia Los Pinos (la sobrina), y aunque esta negó los hechos determinaron que tenía signos evidentes de haber dado a luz, según el dictamen forense.
La menor sospechosa de inmediato fue capturada y presentada ante la autoridad judicial competente en virtud de los suficientes indicios encontrados en su contra, de los cuales la prueba científica fue fundamental para esclarecer las circunstancias del hecho punible.