Un joven fue asesinado a balazos en una solitaria calle de tierra ubicada en el segundo anillo de San Pedro Sula.
La víctima fue identificada como Víctor Arón, un menor de apenas 16 años, quien según su propio padre, había comenzado a involucrarse con malas compañías.
“Yo lo aconsejaba bastante. Hasta un cuarto le había hecho para que estuviera tranquilo, todos los días peleaba con él para que no saliera”, dijo entre lágrimas el progenitor.
El crimen ocurrió a plena luz del día en una zona poco transitada. Vecinos alertaron a las autoridades tras escuchar varios disparos.
El cadáver quedó tendido sobre el polvo de la calle, mientras curiosos y familiares se aglomeraban con rostros de indignación y tristeza.
La Policía Nacional acordonó la escena, pero hasta el momento no se han brindado detalles sobre los responsables ni las circunstancias específicas del ataque.