12/06/2025
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Matan a otras cinco personas y queman auto

  • 09 febrero 2010 /

La lista de crímenes, supuestamente relacionados con venganzas entre familias, continuó el pasado fin de semana en Olancho, con la muerte violenta de cinco personas.

La lista de crímenes, supuestamente relacionados con venganzas entre familias, continuó el pasado fin de semana en Olancho, con la muerte violenta de cinco personas.

Uno de ellas es Santos Jacobo Ulloa Zelaya, de 48 años, quien apareció acribillado a tiros en el tramo carretero que enlaza a los municipios de San Francisco de La Paz y Gualaco, después que hombres armados lo sacaron de su vivienda en medio de un cruce de fuego que dejó como saldo la muerte de otras tres personas.

El cadáver fue descubierto la mañana de ayer en una montaña de la zona con varios balazos y amarrado de las manos.

Con Santos Jacobo suman cuatro los muertos que dejó este acto criminal, ya que el domingo perecieron Carlos Elpidio Ulloa Sevilla, de 74 años, así como dos de los atacantes identificados como Héctor Israel Beltrand Flores, alias el Profe, de 23 años, y Nelyin Antonio García Cerrato, de 19 años.

Cruce de fuego

Ulloa Zelaya fue raptado en su residencia el domingo a las nueve de la noche por, al menos quince hombres que portaban armas de grueso calibre, vestidos con uniformes de policías y de soldados, quienes llegaron al lugar en un automóvil pintado con los colores de la Policía.

Tras llevarse a Santos Jacobo se movilizaron hacia la casa de Carlos Elpidio, padre del primero. Al llegar a la vivienda se hicieron pasar como policías que andaban realizando un trabajo oficial de capturas.

El anciano pidió que le mostraran el documento, pero como no lo andaban desenfundaron sus armas y lo atacaron sin piedad matándolo al instante.

Parientes del infortunado que se encontraban en la vivienda respondieron a la agresión, produciéndose un cruce de disparos en el que murieron Bertrand Flores y García Cerrato.

Los otros maleantes optaron por huir llevándose a Santos Jacobo, quien fue encontrado sin vida en el sector conocido como Quebrada Seca, adonde el 17 de enero cinco hombres fueron asesinados a balazos después de ser raptados en Gualaco.

El cadáver estaba boca abajo a pocos metros de dos automotores que utilizaron los maleantes para cometer los crímenes el pasado domingo.

El automóvil con los colores de las patrullas policiales fue incendiado, pero hasta ayer las autoridades desconocían la identidad de los propietarios de los tres vehículos.

“Fue una clara ejecución”, dijo uno de sus parientes.