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Matan a empresario y a su guardaespaldas

  • 20 marzo 2011 /

Un empresario de bienes raíces y su guardaespaldas fueron acribillados ayer en la colonia Loarque de Tegucigalpa.

    Un empresario de bienes raíces y su guardaespaldas fueron acribillados ayer en la colonia Loarque de esta capital por varios sujetos vestidos de policías y que se conducían un carro doble cabina, Toyota Tundra, color azul y una Land Cruiser. Ambos carros polarizados y sin placas.

    Las víctimas mortales son José Mariano Paguada Martínez, de 48 años, y su escolta Walter Clemente Reyes, de 27 años.

    Paguada se conducía en una camioneta Ford Excursion, marrón, matrícula PCV-8662, junto con cuatro empleados de su seguridad personal.

    Adelante de ellos iba el vehículo Chevrolet Avalanche, color rojo, en el que se conducía su esposa y otros parientes.

    Sólo el vehículo de Paguada fue interceptado por los sujetos que se conducían en los vehículos Tundra y Land Cruiser.

    De los restantes tres guardaespaldas no se conocía su paradero, aunque se supo que uno estaba herido de gravedad.
    Otras personas, incluidos cuatro niños, lograron salir ilesos.

    Paguada Martínez tenía problemas de invalidez a raíz de un accidente. Su nombre trascendió en los medios de comunicación en noviembre de 2009, ya que su socio Eduardo Callejas Romero fue asesinado en su presencia mientras platicaban dentro de una camioneta Nissan Xterra.

    El atentado

    Paguada y su familia habían salido minutos antes de su casa en la colonia Loarque Sur y se dirigían a Zambrano a celebrar el Día del Padre.

    Vecinos afirmaron haber visto cuando los ocupantes de la Toyota Tundra viraron de forma intempestiva para interceptar el Ford Excursion.
    Los falsos policías se bajaron de los carros sin placas y obligaron a todos los ocupantes a bajarse.

    En el caso de Paguada Martínez, por su impedimento físico, abrieron la puerta del pasajero, lo sacaron por la fuerza y en el pavimento lo acribillaron.

    Al ver lo que sucedía, Walter Clemente Reyes salió en veloz carrera en un intento de salvar su vida, pero a unos cien metros adelante fue interceptado por otros sujetos que portaban armas Ak-47. Otro presunto escolta de Paguada Martínez cayó herido sobre el pavimento, pero ningún testigo supo explicar en qué carro fue sacado de la zona. Los autores materiales del tiroteo huyeron del lugar en dos camionetas, una azul y otra rojo, según lo revelado por moradores.

    En torno a lo ocurrido circularon versiones encontradas, entre ellas que en la zona se montó un retén de falsos policías. Sin embargo, esta versión fue descartada por testigos que aseguraron haber visto el vehículo siendo interceptado por los ocupantes de una Toyota Tundra y una Land Cruiser.

    Minutos después del tiroteo llegó Patricia Casco, esposa de Paguada Martínez, quien viajaba en el vehículo Chevrolet Avalanche. Ella estacionó su carro en medio de la calle, frente al puente nuevo, al ver el cuerpo de uno de los guardaespaldas.

    Cerca del cadáver de Paguada Martínez quedaron 26 casquillos y un plomo, supuestamente, de fusil AK-47 y pistola 9 milímetros.

    Patricia Casco afirmó que tres meses antes habían llamado a Paguada para pedirle cien mil lempiras y que éste se negó a pagar.

    Ella aseguró además que Paguada era coronel retirado de la Fuerza Aérea, pero militares negaron ese extremo. Además, fuentes de la Policía aseguraron que no era coronel de la fuerza policial.