29/04/2024
12:24 AM

Le dan el último adiós al guardia Dany Umanzor

El hombre que falleció en el tiroteo en PriceSmart escaló puestos siendo un empleado dedicado.

San Pedro Sula, Honduras.

El ser buen empleado y desempeñar bien su trabajo llevó a Dany Alfredo Umanzor Curry (24) a morir de una manera trágica.

Dany Alfredo, originario de Minas de Oro, Comayagua, murió acribillado en el área de comidas de PriceSmart al intentar repeler el ataque de unos cinco hombres contra una persona que buscó refugio en el establecimiento comercial.

Umanzor Curry dejó a su madre, esposa y sus dos hijos y emigró de su pueblo natal a San Pedro Sula en busca de un mejor empleo con el que pudiera superarse y sacar adelante a su familia.

Atrás dejó los años que trabajó como mozo en una hacienda. Su primer trabajo en la capital industrial fue en una construcción amarrando hierro, luego de un tiempo quedó sin trabajo y emprendió la búsqueda de otro empleo. A los dos meses de búsqueda, Dany Umanzor se colocó en la empresa Servicios Especiales de Seguridad (SES), donde a pesar de no haber prestado el servicio militar fue contratado.

“Mi hermano sabía de armas porque cuando trabajó en la hacienda manejaba pistolas y eso le valió para que lo contrataran”, contó Aquiles Fabricio Umanzor, hermano del ahora occiso, mientras esperaba en Medicina Forense a que le entregaran el cadáver de su familiar.

Los restos mortales del guardia fueron entregados ayer y llevados hasta su lugar de origen a unas seis horas de San Pedro Sula, donde fue recibido por sus hijos de ocho y tres años, su esposa y madre, quien no podía creer cuando le notificaron que a su hijo lo habían matado. El guardia de seguridad junto a Karol Floribel Alvarado (25), estudiante de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, se convirtieron en víctimas inocentes de la violencia que impera en el país.

Víctimas de sicarios cuyo objetivo era acabar con la vida de Dennys Roberto Bonilla Guzmán, quien se conducía en un Mazda 3 gris y que al verse acorralado por sus atacantes se refugió en el supermercado, se bajó del carro y corrió hacia el food court, hasta donde sus homicidas lo siguieron.

La última visita

La última vez que Dany Alfredo vio a sus seres queridos fue en Semana Santa, tiempo en el que pudo sentir el calor de un hogar y disfrutar de los abrazos, caricias y amor de sus hijos. “No había ido al pueblo desde Semana Santa. Él cobraba y el dinero se lo mandaba a su esposa para que supliera todas las necesidades de ella y sus hijos”, contó su hermano.

“Me consiguió trabajo de empacador en PriceSmart. Yo estaba almorzando y me fui a sentar con otro compañero a una galera en la parte de atrás del supermercado, estando ahí escuchamos los disparos y de repente los oímos en el parqueo, mi compañero me dijo que nos quedáramos ahí, pero yo le dije que no, porque mi hermano estaba enfrente”, recordó Aquiles Fabricio, quien compartía apartamento con su hermano en la colonia Santa Rosa cerca del segundo anillo.

“Cuando llegué mire la pistola que él tenía asignada en el suelo y luego lo miré tirado lleno de sangre, cuando me acerqué no tenía pulso, ya estaba muerto”, lamentó el joven.

Juan Carlos Pineda, jefe de operaciones de ESE, comentó que Dany Umanzor inició como oficial, es decir, que estaba asignado a un solo puesto, pero su buen desempeño dentro de la empresa lo llevó inmediatamente a subir de puesto.

“Luego ascendió a comodín cubriendo a los demás guardias y finalmente llegó a ser un líder o coordinador de seguridad”, señaló Pineda. Dijo que como empleado gozaba con un seguro de vida. “El dinero no repone la vida de él, pero le servirá a su esposa; además, la empresa se encargó de los servicios fúnebres”, aseguró Pineda.