Dos asaltantes le truncaron los sueños al bombero voluntario y promesa del boxeo hondureño Erick Antonio Murillo Luna (de 16 años) al ultimarlo ayer en la colonia Perfecto Vásquez.
El crimen contra Murillo Luna, según la Policía, ocurrió a eso de las 6:40 am en las cercanías de su casa cuando salió rumbo a su trabajo y fue interceptado por los maleantes armados de pistolas que le dispararon en el rostro y la espalda y luego lo despojaron de su celular y la billetera.
El adolescente quedó con vida y fue levantado por una ambulancia del 911, pero murió en el trayecto al hospital Mario Rivas.
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Los parientes del jovencito sampedrano, que ayer llegaron a la morgue de Medicina Forense a reclamar su cuerpo, dijeron que estudiaba bachillerato en computación en el Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae).
Manifestaron que Erick Antonio decidió laborar en el período de vacaciones y consiguió trabajo en una venta de asados y lácteos que funciona en el bulevar del este.
Hasta ayer la Policía no tenía pistas de los homicidas del joven Erick Antonio Murillo Luna, cuyo cuerpo fue ingresado a la morgue forense donde lo reclamaron sus parientes.
Los familiares del menor relataron que ayer era su día libre, pero decidió ir a trabajar porque un compañero le pidió que le fuera ayudar a lavar unos frízeres y que lo iban a despachar temprano. Indicaron que el jovencito era bombero voluntario y boxeador.
Erick Antonio viene de una familia de bomberos, pues su abuelo materno es un teniente retirado de ese cuerpo de socorro de nombre Antonio Murillo y tiene un hermano y otros parientes que también son bomberos.
Los sueños del joven era graduarse de su carrera, triunfar en el boxeo y ser un buen bombero como su abuelo y su hermano.
Fernando Durán, quien es uno de los entrenadores de boxeo de Erick Antonio, dijo que este sábado iba a pelear en un campeonato nacional y estaba con mucha disciplina porque quería “sorprender y lastimosamente pasó esto ya para la pelea”.

“Era una promesa para el boxeo y tenía muchas cualidades que es la que más se busca como la disciplina , respeto, contextura porque era delgado y alto y tenía las ganas de ser un buen boxeador. No hay algo más fuerte que alguien que aunque lo tumben vuelva a levantarse y así era él”.
Durán indicó que Murillo Luna tenía dos años de estar en el boxeo y ya estaba bien disciplinado y agregó que estaba próximo a participar en una eliminatoria para sacar a los seleccionados nacionales.
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El capitán de bomberos, Genaro Ortega, dijo que Erick desde pequeño perteneció a la fila de los bomberos infantiles y estaba en los juveniles.
Ortega manifestó que hay un legado bomberil de la familia Murillo que son muy honorables y de la cual hay activos otros tres bomberos.
