Emocionado y agradeciendo a Dios y a las personas que no lo dejaron morir, Ramón Ubaldo Padilla (19), recuerda los momentos de angustia que vivió el pasado lunes cuando quedó soterrado mientras excavaba una fosa séptica.
En su humilde vivienda ubicada a la orilla del río Juticalpa, departamento de Olancho, el joven expresa que nunca volverá a perforar un pozo y que buscará trabajo en la albañilería o como obrero en el campo.
“Yo sentía que me ahogaba, pues contenía la respiración y aunque trataba de flotar para salir hacia arriba, era imposible por el peso de la tierra”, recuerda Ramón, quien al momento del accidente se encontraba con su madre Josefa del Carmen Padilla y su padrastro Carlos Rogelio Figueroa, los que comenzaron a retirar el lodo para que él lograra sacar la cabeza.
“Al inicio me imaginé lo peor, porque es difícil respirar, pero gracias a Dios en las cercanías del agujero se encontraban otras personas que me auxiliaron desde el primer momento, de lo contrario hubiese fallecido”, expresa.
FOTOS: Así fue el rescate de Ramón Ubaldo Padilla
Sus padres y hermanos lograron retirar el lodo que cubría su cabeza y luego los bomberos, que libraron una batalla para salvar su vida, le colocaron oxígeno y una hora después lo rescataron. “Nunca olvidaré las palabras de Mario Turcios (bombero de Juticalpa); cuando me vio que sentía más temor me dio palabras de aliento y me hizo confiar en que me salvarían. Los bomberos hicieron un trabajo que representó salvar mi vida”, dijo Ramón.
“Al salir del hueco volví mi rostro al cielo y agarré aire en los pulmones como si fuera mi última vez para luego exclamar: bendito Dios por darme la oportunidad de seguir con vida. Esta experiencia me debe servir para la vida para ser agradecido con quienes me auxiliaron, pues continuaré mi vida gracias a que otros expusieron la suya para salvarme”, finalizó.