La familia Maldonado se sumó a la lista de miles de parentelas hondureñas enlutadas por la pérdida de sus seres queridos en busca del sueño americano.
La joven María Elena Maldonado salió llena de ilusiones el viernes 22 de julio rumbo a Estados Unidos con su pequeño Ronald David Maldonado (de 2 años) en brazos y su esposo Marlon Armijo.
Don Israel Maldonado, padre de María Elena (de 33 años), relató que su hija y su esposo se marcharon con el anhelo de llegar a Estados Unidos porque querían tener su buena casa y mejores condiciones de vida.
Maldonado, con su rostro compungido, dijo que su hija era una joven trabajadora y emprendedora que se dedicaba a vender comida y su esposo es agricultor, pero sus planes eran tener un mejor futuro en el país del norte.
María Elena Maldonado, su hijo de dos años, y los jóvenes Saira Mabel Hernández y Nelson Adimer Chávez perdieron la vida al accidentarse la camioneta en la que iban con otros migrantes. La muerte del niño Ronald, su madre María Elena Maldonado y de los otros dos jóvenes tiene conmocionados a los vecinos de Yoro.
Seis días después de haber salido de El Negrito los sueños de María Elena quedaron truncados al perder la vida junto a su pequeño Davicito tras sufrir un accidente el jueves en la camioneta tipo Van en la que iban, cuyo conductor perdió el control del vehículo y volcó en el kilómetro 83+500 de la carretera federal Villahermosa-Coatzacoalcos, en el Estado mexicano de Tabasco.
En el percance también perecieron los jóvenes Saira Mabel Hernández (de 22 años) y Nelson Adimer Chávez (de 17) quienes residían en Morazán, Yoro.
Además en el volcamiento resultaron heridos seis hondureños más entre ellos el esposo de María Elena quien, según lo informado por sus parientes, está fuera de peligro. Los hondureños, todos originarios del departamento de Yoro, viajaban en la camioneta con otros diez migrantes de otras nacionalidades.
Don Israel Maldonado le hizo un llamado a las autoridades de la Cancillería para que les ayuden a repatriar los cuerpos de su hija y su nieto.
Genaro Chávez, padre del joven Nelson Adimer, dijo que trabajaba con una empresa distribuidora de refrescos en Morazán y manifestó que decidió irse rumbo a Estados Unidos porque el sueldo que ganaba era poco y “quería tener un mejor futuro”.
Relató que cuando se despidió el joven le dijo: “Me voy papá, es cierto que aquí no se sufre por la comida, pero el sueldo no le da a uno”.
Los familiares de Nelson manifestaron que los trámites de repatriación de su cuerpo lo están realizando ellos en forma privada porque a través de la Cancillería es muy tardado.