El hondureño Alexander "Chande" Ardón fue trasladado la noche de este lunes a los juzgados para su audiencia de declaración de imputados, luego de ser detenido al llegar al país tras ser deportado desde Estados Unidos.
El exalcalde de El Paraíso, Copán, enfrenta cargos por el delito de lavado de activos, luego de no poder justificar bienes por más de 50 millones de lempiras durante su gestión como edil.
Ardón enfrentó en Estados Unidos un juicio por narcotráfico y este lunes -7 de abril- fue liberado al recibir una condena de tiempo cumplido más 10 años de libertad supervisada. "Chande" fue beneficiado por la justicia estadounidense al brindar un testimonio determinante durante el juicio del expresidente Juan Orlando Hernández.
Al aterrizar en el aeropuerto de San Pedro Sula este lunes, el hondureño fue capturado para que enfrente un nuevo proceso tras presentársele un requerimiento fiscal solo por lavado de activos y no por los múltiples crímenes que confesó haber cometido durante su incursión en el narcotráfico.
Ardón aseguró que conspiró con otros poderosos capos del narcotráfico para asesinar al señor Alfredo Landaverde, un respetado hondureño que denunció los vínculos de políticos con el narcotráfico.
Se espera que en esta audiencia, el juez podría dictarle detención judicial y se fijará la fecha para la audiencia inicial.
La deportación del narcotraficante Alexander Ardón llevó a la Fiscalía de Honduras a apresurar la emisión de un requerimiento fiscal, pues era desconocido en Honduras que "Chande" llegaría este día.
A su llegada a Honduras, el Ministerio Público (Fiscalía) de Honduras ordenó su detención "inmediata", ya que se investiga su posible involucramiento en "el delito de lavado de activos" y por sus declaraciones en la Corte de Nueva York relacionadas con juicios contra hondureños, incluido el expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022).
Ardón, con un historial de 56 asesinatos, detalló en febrero de 2024 los vínculos de Hernández con el narcotráfico, entre ellos con el Cártel de Sinaloa -que supuestamente contribuyó con un millón de dólares para su campaña a la presidencia en 2013.