Usurpó la identidad de otro privado de libertad, se borró las huellas de los dedos de sus manos y se identificaba con el nombre de otra persona para andar tranquilamente en libertad, pese a que tenía una condena de 63 años de prisión por haber secuestrado y asesinado a un comerciante.
Todo eso hizo Jesús Valmaña Cruz, considerado miembro de la pandilla 18, quien logró burlar la seguridad penitenciaria y andar en libertad por casi dos años.
13 de octubre, 2017.Condena. Jesús Valmaña fue condenado a 63 años de prisión por asesinato, secuestro agravado y asociación ilícita.
28 de julio, 2018. Libre. Valmaña Cruz logra su libertad después de haber sido ingresado a la cárcel de El Pozo con el nombre de otro reo.
2 de junio, 2021. Captura. Tras andar libre es capturado por la Policía, que ya tenía información de que estaba operando en San Pedro Sula.
21 de junio, 2022. Condena. Los jueces de sentencia darán a conocer la condena por cada uno de los delitos de que fue declarado culpable.
Ayer, los jueces del Tribunal de Sentencia lo declararon culpable de los delitos de usurpación de personalidad de otro, uso de documentos ideológicamente falsos, cohecho y quebrantamiento de condena.
Esos delitos podrían sumar una nueva condena de hasta 15 años en contra de Valmaña.
El tribunal emitió el fallo condenatorio luego de que la Fiscalía contra el Crimen Organizado presentara en juicio oral y público pruebas contundentes con las que lograron demostrar que Valmaña Cruz era el reo condenado a 63 años de prisión por delitos de secuestro agravado y asociación ilícita.
Hechos
Para la Fiscalía, Jesús Valmaña Cruz es un miembro de la pandilla 18 que tenía un importante rol en la estructura criminal como contador y administrador de las armas.
Pero el hombre participó en el secuestro y asesinato de un comerciante de La Ceiba y por ese caso fue condenado el 13 de octubre de 2017.
Después de estar recluido en varios centros penitenciarios fue llevado a la cárcel de El Pozo y ahí fue reseñado con el nombre de Edwin Modesto Contreras Aguilar, otro preso miembro de la pandilla 18 que estaba a punto de lograr su libertad.
El 28 de diciembre de 2018, tras haber usurpado la identidad del otro reo, Jesús Valmaña Cruz logró salir en libertad y seguir operando con la pandilla en San Pedro Sula, incluso viajaba a otros países de Centroamérica y a México.
Pero el 2 de junio de 2021, agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) recibieron una alerta de un asalto y lograron identificar un vehículo turismo en el que se conducía Valmaña Cruz.
El sujeto al ser interceptado por los policías se identificó con una licencia de conducir que tenía su fotografía y el nombre de Ricardo Ezecsor López Cerrato.
Los agentes lo llevaron detenido para investigación y en el camino Valmaña les ofreció, primero, tres millones y luego cinco millones de lempiras a cambio de dejarlo en libertad, pero eso creó más suspicacia a los policías, que decidieron seguir con la investigación.
Durante el juicio, la defensa afirmó que su nombre era Ricardo Ezecsor López Cerrato, pero no presentaron ninguna prueba que lo confirmara, según el fallo del tribunal. Incluso la Fiscalía entre las pruebas hizo prueba de ADN y así comparar patrones de huellas dactilares, pues aunque Valmaña se borró las huellas, le quedó una en uno de los dedos.