El incesto y la violación especial de padres a sus hijos es un delito que no se denuncia. Así lo establecen fiscales y jueces vinculados al tema de niñez. Este delito pasa como un secreto bien guardado por esos padres que abusaron de sus hijas e hijos.
En Honduras varios casos de esos padres abusadores han conmocionado a la población, sin embargo el Ministerio Público no maneja estadísticas de los casos que se conocen, la mayoría son de las zonas rurales. Los pocos casos que salen a luz es porque alguien cercano a la familia lo denuncia.
“Las relaciones entre padres con hijos se da en un porcentaje alto, el problema es que no se denuncia, pero conocemos casos específicos. Por ejemplo en el Centro Penal de San Pedro Sula, por cada 13 personas internas, una está por incesto. La cultura de la gente es que si el padre solo la tocó no es violación. La gente dice solo la besó, solo la tocó, pero no pasó nada. No denuncian porque consideran que no hay delito”, explicó María Lucila Hernández, trabajadora social voluntaria del Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual (Cavas).
En las zonas de los bordos, los barrios marginales y los cinturones de extrema pobreza de las ciudades, el incesto y la violación se vuelven uno de los delitos en auge.
“A lo largo de mis 11 años de servicio como trabajadora social, he conocido de unos 35 casos de incesto ocurridos entre hermanos, padres e hijos”, explicó Hernández.
“Son pocos los casos que, pese a las violaciones cometidas por los padres contra sus hijas, las madres denuncian. Para ellas, hay un vínculo afectivo que es irrompible y guardan silencio. Cuando lo rompen y denuncian, después hay un arrepentimiento porque dimensionan la gravedad del delito”, afirmó.
Los casos
En el sector Rivera Hernández, el caso del abuso contra dos hermanitas de 11 y 12 años estremeció a los pobladores. Las menores fueron violadas por su padre.
Durante varios meses las pequeñas callaron, el hombre las amenazaba constantemente para que no lo delataran.
Sin embargo, sus abusos pronto salieron a luz, el embarazo de una de las hijas destapó los abusos que el hombre cometía contra sus propias hijas.
“La niña mayor le relató a la madre lo que pasaba en la casa. Tuvo que hacerlo porque esperaba un hijo de su padre. Eso originó que la Fiscalía Especial de la Niñez recibiera la denuncia y con base a las pruebas y testimonios de las víctimas se logró detener al padre”, dijo un fiscal de la Fiscalía de la Niñez.
Han pasado dos años del proceso contra Geovany Amaya Méndez.
El caso se conoce en la sala 5 del Tribunal de Sentencia en San Pedro Sula. En el juicio, el hombre aceptó haber cometido el delito de violación especial en concurso real. Los jueces lo condenaron a 15 años por cada una de las niñas, por lo que tendrá que purgar una pena de 30 años de reclusión.
Hijo abusaba de su madre
La cadena de abusos no solo se limita a casos de padres violando a sus hijas e hijos, sino también de hijos que abusan sexualmente de sus madres.
El caso de Fabián Alvarado Munguía (35), en El Progreso, Yoro, causó conmoción y repudio total.
El hombre fue detenido en abril por la Policía acusado por los delitos de violación especial y violencia intrafamiliar en perjuicio de su madre Inés María Alvarado Munguía.
El endemoniado hombre, según el relato de su madre, llegó el 15 de abril a su casa a las dos de la madrugada y golpeó salvajemente la puerta, ingresó e insultó a la señora.
No conforme con las agresiones verbales, la agarró del cabello y luego le desgarró la ropa y la violó.
A los gritos de la madre, los vecinos acudieron a auxiliarla y denunciaron el hecho. Por la violación, el degenerado enfrenta una pena de reclusión de hasta 20 años.
Violó a sus tres hijas
José de la Rosa Hernández Vásquez (37), es un padre que está acusado de violar a sus tres hijas y embarazar a dos de ellas.
El hombre fue detenido en la aldea El Reventón, en Amarateca, Francisco Morazán.
El hombre fue denunciado por su propia madre, su compañera de hogar e hijas, a quienes mantenía amenazadas a muerte.
Las perjudicadas, tres hijas de 10, 13 y 17 años, se presentaron a la Fiscalía a interponer formal denuncia para que a Hernández Vásquez se le aplicara todo el peso de la ley.
La hija mayor del padre procreó un hijo que ahora tiene 6 años y la madre en la Fiscalía confirmó que su segunda hija de 17 años está embarazada como resultado de la violación.
Afortunadamente, la otra niña de 13 años, quien sufrió abuso desde que tenía ocho años de edad, no resultó embarazada.