14/12/2025
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Dirigentes campesinos cruzan acusaciones en el Bajo Aguán

  • Actualizado: 21 junio 2013 /

Dirigente expulsado del movimiento campesino Muca asegura que líderes de ese grupo están pagando a sicarios para asesinar a labriegos de la región.

Los líderes del Movimiento Unificado Campesino del Aguan (MUCA) están pagando a sicarios para asesinar a labriegos de esa región, escenario de violentos conflictos de tenencia de tierra, afirmó este viernes un dirigente expulsado del grupo bajo cargos de malversación de fondos.

'Los dirigentes del MUCA compran las armas y planifican los asesinatos de sus propios compañeros en la zona', dijo en rueda de prensa el disidente Carlos Gómez, quien recibió estatus de testigo protegido del ministerio público, que investiga el caso.

Pero el MUCA respondió en un comunicado que 'se trata de una campaña... Gómez y otros dirigentes fueron expulsados por mala conducta y falta de transparencia en administrar nuestros recursos colectivos'.

El sindicato sostuvo asimismo que 'los ex miembros del MUCA se han convertido en los nuevos actores en el plan de difamar y criminalizar a la dirigencia insobornable y transparente'.

Para el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Industriales, Fernando García, 'en el Bajo Aguán hay problemas de liderazgo entre invasores de tierras' y que la 'situación se recrudece por lo que ocurre en las organizaciones campesinas'.

La crisis del Aguán ha dejado entre 2009 y 2012 al menos 92 muertos y 70 heridos en enfrentamientos armados que permanecen impunes, según un informe del estatal Comisionado Nacional de Derechos Humanos.

Los campesinos alegan que las tierras les pertenecen desde que en los años 80 el gobierno pusiera en marcha un plan de reforma agraria.

En 1992, una ley permitió que esos predios fueran vendidos, y algunos dirigentes -a espaldas de los agricultores- las vendieron a precios bajos a los terratenientes.

El Congreso prohibió hace casi un año portación de armas de fuego en la provincia norteña de Colón, y desplazó mil soldados a la zona, pero los enfrentamientos continúan.