Un agente encubierto de la Policía Preventiva del distrito 41 evitó un asalto en una distribuidora de pinturas ayer, entre la tercera y cuarta avenidas del barrio Barandillas. Un empleado del negocio resultó herido por los delincuentes.
Los asaltantes arrestados in fraganti son Cristian Armando Valle Corrales y Kelvin Ramón Urbina Zelaya, ambos de 22 años, quienes portaban sendas pistolas, una nueve milímetros y un revólver 357.
Parte del dinero que los asaltantes habían arrebatado a las primeras víctimas del atraco quedaron esparcidos en el suelo en el interior del local asaltado, luego de la captura.
Cuando uno de los asaltantes quiso tomar como rehén al empleado del negocio Jorge Alexander García, éste se resistió y en el forcejeo le infirió un balazo pero no de gravedad.
El negocio recién había abierto sus puertas al público cuando un busito azul se aparcó cerca del negocio y del mismo se bajaron dos sujetos. El vehículo recién había sido robado, según se supo después.
Antes de entrar al establecimiento los sujetos sacaron sus armas y encañonaron a los clientes que estaban afuera y los obligaron a que se metieran al tiempo que les advertían: ¡esto es un asalto!
Lo clientes obedecieron y se disponían a entrar en el momento en que un agente patrullero encubierto, pasaba por la calle a bordo de su auto.
Al percatarse que se trataba de un asalto, pistola en mano requirió a los sujetos que se habían quedado en el busito, al tiempo se comunicaba por radio con la patrulla policial más cercana para que se hiciera presente al lugar.
En ese momento los malvivientes del carro huyeron dejando solos a sus compinches. Instantes después llegó la patrulla policial e ingresó de inmediato al edificio, capturando a los jóvenes asaltantes, quienes ya habían herido a Jorge Alexander García López, vendedor del negocio, quien fue trasladado al Seguro Social.
Le ponen pistola en la cabeza
El propietario del negocio dijo que sacó el dinero de las gavetas de su escritorio y hasta de su pantalón, cuando uno de los asaltantes le puso la pistola en la cabeza al tiempo que le preguntaba por el billete.
El comerciante dijo que el dinero tiene que estar en algún lado, porque los ladrones no lo sacaron del local, aunque no dio cifras.
