Un total de 36 adolescentes fueron detenidos cuando departían en una casa de habitación en la colonia John F. Kennedy de Tegucigalpa, en la capital de Honduras.
Una llamada telefónica a la Policía puso fin a la fiesta de los estudiantes de distintos centros de educación secundaria.
Los estudiantes, de entre 13 a 15 años de edad, se reunieron desde tempranas horas de la tarde y comenzaron a consumir alcohol. Al calor de las copas el espíritu juvenil se alteró y los vecinos comenzaron a disgustarse por las revueltas que los jóvenes provocaban.
El comisionado César Agusto Mendoza, jefe de la zona policial de la Kennedy, informó que los estudiantes fueron llevados a la posta policial de la colonia.
Informó que desde ahí se llamó a cada uno de los padres de familia para entregar a los estudiantes. Sin embargo, dijo que antes de retornar a sus casos los jóvenes tuvieron que escuchar una charla sobre los daños que ocasiona el alcohol a la vida de las personas.
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