Tegucigalpa, Honduras.
En lo más alto de una montaña, en medio de árboles de roble y de espesa maleza, fue descubierto un cementerio clandestino de humanos, en el que posiblemente habría más de diez cadáveres enterrados.
El hallazgo se dio al norte de la capital en una zona colindante con humildes viviendas de la aldea El Lolo, jurisdicción del Distrito Central.
El solitario lugar es controlado por la pandilla 18.
La localización se efectuó tras la captura de tres presuntos miembros de la pandilla 18 el martes 18 de julio.
En la inspección preliminar se descubrió un cuerpo semienterrado, el cual podría pertenecer a una mujer o un menor de edad por el tipo de contextura del cadáver.
Para corroborar si en el lugar podría haber más restos humanos, un equipo de Medicina Forense realizará excavaciones hoy.
Las investigaciones en torno a este caso tomaron fuerza tras la detención de los tres presuntos pandilleros, quienes, según la DPI, eran los encargados de raptar a las víctimas, trasladarlas, lanzarlas en algún lugar de la ciudad o enterrar los cuerpos.
Al momento de la detención, las autoridades les incautaron un vehículo en el que los especialistas en el procesamiento de la escena del delito extrajeron elementos pilosos (cabellos humanos).
Asimismo, dentro del carro Nissan Sentra, con registro de taxi número 3148, se encontró ropa con manchas similares a la sangre, cinco pares de tenis, varias cuerdas y una piocha.
Los sospechosos responden a los nombres de Allan Steve Dilbert García (de 37 años), Joel Alfredo Ávila Montes (de 23) y un menor de 16 años.
Los ahora imputados podrían estar relacionados, según las indagaciones, con las tumbas clandestinas encontradas en la aldea El Lolo.
En lo más alto de una montaña, en medio de árboles de roble y de espesa maleza, fue descubierto un cementerio clandestino de humanos, en el que posiblemente habría más de diez cadáveres enterrados.
El hallazgo se dio al norte de la capital en una zona colindante con humildes viviendas de la aldea El Lolo, jurisdicción del Distrito Central.
El solitario lugar es controlado por la pandilla 18.
La localización se efectuó tras la captura de tres presuntos miembros de la pandilla 18 el martes 18 de julio.
En la inspección preliminar se descubrió un cuerpo semienterrado, el cual podría pertenecer a una mujer o un menor de edad por el tipo de contextura del cadáver.
Para corroborar si en el lugar podría haber más restos humanos, un equipo de Medicina Forense realizará excavaciones hoy.
| El lugar fue inspeccionado con equipo tecnológico de la DPI.
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Al momento de la detención, las autoridades les incautaron un vehículo en el que los especialistas en el procesamiento de la escena del delito extrajeron elementos pilosos (cabellos humanos).
Asimismo, dentro del carro Nissan Sentra, con registro de taxi número 3148, se encontró ropa con manchas similares a la sangre, cinco pares de tenis, varias cuerdas y una piocha.
Los sospechosos responden a los nombres de Allan Steve Dilbert García (de 37 años), Joel Alfredo Ávila Montes (de 23) y un menor de 16 años.
Los ahora imputados podrían estar relacionados, según las indagaciones, con las tumbas clandestinas encontradas en la aldea El Lolo.
