Tegucigalpa. La repudiable ola de violencia que impunemente azota a la nación le arrebató ayer a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) a una joven promesa del país.
El estudiante César Augusto Lanza Sabillón (26), originario de Santa Bárbara, falleció la mañana de ayer al ser atacado a balazos por malhechores en el bulevar de la Comunidad Económica Europea, a inmediaciones de los tribunales de justicia.
Alrededor de las 10:00 am, el joven regresaba de los juzgados de Francisco Morazán en el barrio La Granja de hacer algunas diligencias legales.
Cuando transitaba frente al estacionamiento de La Armería fue interceptado por dos malhechores, uno de los cuales le infirió con una pistola varios balazos que le causaron la muerte instantánea.
El cuerpo inerte quedó en el estacionamiento del negocio, a pocos metros de los juzgados, y los asesinos huyeron en dirección al sur y a pocas cuadras abordaron un automóvil rojo, según reveló un testigo.
Al hacer el reconocimiento legal, el perito forense, el fiscal de turno y los miembros de la Dirección Nacional de Investigación Criminal y la Policía Preventiva verificaron que la víctima tenía sus documentos personales y todas sus pertenencias, por lo que descartan que el móvil haya sido el robo.
Familiares, amigos y compañeros de Lanza se presentaron a reclamar los restos mortales en la morgue capitalina, donde lloraron y lamentaron el inesperado deceso.
Un joven talentoso
Personas que conocieron a Lanza Sabillón lo describieron como un joven talentoso, de buenos principios, estudioso y miembro de una distinguida familia santabarbarense.
El primero en identificarlo en la escena del crimen fue el doctor Denis Castro Bobadilla, quien fue su maestro en la Unah y conocía algunas de las virtudes del joven universitario. “Fue un muchacho muy educado, un recurso valioso en Honduras”, expresó Castro Bobadilla.
Agregó que Lanza Sabillón era un estudiante de séptimo año de la carrera de Medicina y neocatecúmeno de la Iglesia Católica. Creo, dijo, que la Facultad de Medicina y el país han perdido uno de los recursos más valiosos. Como exmaestro de Lanza Sabillón, Castro Bobadilla exclamó que este tipo de hechos, como cualquier otro, no pueden quedar en la impunidad y que deben ser investigados por la Policía.
Un tío de Lanza Sabillón aseguró que su sobrino era uno de los más humildes de la familia, respetuoso y honesto, entre otras cualidades, por lo que no se explican dónde se pudo haber originado su muerte. Agregó que Lanza Sabillón estaba a punto de egresar de la Unah, pues cursaba el séptimo año de Medicina y en los próximos días iniciaría su servicio social.
El pesar por la inesperada muerte del muchacho también se reflejó en el rostro de varios estudiantes que, vestidos de blanco, llegaron a la morgue tras enterarse de la tragedia.
Los restos mortales del infortunado fueron retirados la tarde de ayer de la morgue de Medicina Forense y trasladados a su lugar de origen, donde serán sepultados.