“Dios regréseme a mi papito lindo. Por qué mataron a mi papá”, eran los desgarradores gritos de la hija de Rafael Edilberto Valdez, ayer en su sepelio.
Rafael Edliberto Valdez es una de las 14 víctimas de la masacre perpetrada la tarde del sábado en una de las canchas de la colonia Felipe Zelaya.
“Mi papá no era ningún asesino”, repetía la menor. “No está muerto, sáquenlo de allí que no está muerto, está dormido”, lamentaba en medio de dolor.
Ayer los restos de José Adonis López Vega, 29, y Rafael Edilberto Valdez, 38, fueron enterrados a las once de la mañana en el cementerio Los Laureles en el sector Rivera Hernández.
Las restos mortales de las dos víctimas fueron sepultados en medio de cánticos religiosos, ya que ambas víctimas se congregaban en la iglesia evangélica Bautista.
“Qué dolor tan grande este, Dios”, decía en medio del llanto la esposa de José Adonis López, Karen Melissa Valdivieso, con quien procreó dos hijos.
Repudiable
Llanto, gritos de lamento y desmayos eran parte de las escenas de dolor protagonizadas por los familiares. Mientras los amigos y vecinos lamentaban y condenaban el sangriento hecho.
“Por qué ocurrió esa matanza, si todos los que se encontraban allí eran personas inocentes y trabajadoras, no se metían con nadie”, dijo uno de los asistentes al sepelio.
Otros de los que acompañaron a José Adonis López Vega, conocido como el barbero y Rafael Edilberto Valdez, a quien le decían el tío, expresaron, esperamos que las autoridades esclarezcan quién cometió esa muertes ya que por una persona que era a quien buscaban mataron a todos estos inocentes.
“Es un hecho repudiable lo que han hecho con estas personas”, comentó uno de los vecinos de José Adonis López Vega, quien omitió su nombre.
Otras de las víctimas fueron sepultadas en el cementerio Calpules.
Más sepelios
En el mismo cementerio Los Laureles fue sepultado Franklin Jonathan López Vargas, 22, a quien sus amigos le decían, el pollo. El joven fue velado en su casa de habitación ubicada en la colonia 6 de Mayo.La víctima según lo dijeron sus familiares se dedicaba a trabajos de albañilería.
Los restos de López Vargas, fueron sepultados a tempranas horas de la mañana.
Los cuerpos de Edilberto Adonai Díaz y Jairo Arnaldo López Elvir, fueron de los primeros en ser entregados en Medicina Forense.
Edilberto Adonai Díaz Cáceres fue velado por sus familiares en su casa ubicada en la colonia La Montañita, sector Rivera Hernández. La víctima laboraba como albañil y acudía a jugar fútbol a las canchas de la colonia Felipe Zelaya. El padre de la víctima, Héctor Díaz, aseguró que su hijo era una persona honrrada y trabajadora y que al igual que las demás personas murió inocentemente.
Otro de los cuerpo que fueron sepultados fue el de Jairo Arnaldo López Elvir, quien vivía en la colonia 6 de Mayo. Familiares del difunto dijeron que el joven tenía planes de viajar hacia Estados Unidos y que estaba trabajando fuerte para ahorrar dinero y poder emprender el viaje hacia el país del norte. “Mi hijo era una persona de bien”, dijo Tomás López, padre del fallecido.