Luego de que un voraz incendio dejó convertidas en cenizas las instalaciones del Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, elementos del Cuerpo de Bomberos continuaron este sábado con el enfriamiento de los escombros del edificio para evitar un posible reavivamiento de las llamas.
Se estima que al menos el 90 por ciento de las instalaciones del ICF fueron destruidas; las pérdidas materiales ascienden a más de 15 millones de lempiras, según autoridades de la institución. Afortunadamente, no se registró ninguna muerte a causa del siniestro.
El teniente Ángel Divas, parte del equipo que atendió la emergencia, informó que el fuego logró extinguirse en su totalidad alrededor de las 3:00 AM.
Las labores de enfriamiento de esta mañana, explicó, tuvieron como objetivo evitar que el fuego se reactive y consuma el resto del local.
En la operación participaron 16 unidades contraincendios y 80 bomberos, que utilizaron 87,200 galones de agua.
Las instalaciones del Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF), ubicado en la colonia Brisas de Olancho, quedaron convertidas en cenizas.
El incendio de grandes proporciones sucedió alrededor de las 4:30 pm, minutos después de la salida del personal, razón por la que estos no enfrentaron emergencias.
Aunque aún no se tiene la versión oficial de las causas que provocaron este incendio, se estima que el mismo se originó por un cortocircuito ocurrido en el techo, por recalentamiento o vencimiento en el sistema eléctrico, el que ya estaba a punto de ceder.
El suceso se atribuye a una falla en el sistema eléctrico de la edificación, comentó José Trinidad Suazo, ministro del ICF.
El fuego se propagó en instantes, grandes leguas consumieron en menos de una hora el inmueble que data desde la década de los 70, construido con madera de pino y de color, donde anteriormente funcionara la Administración Forestal del Estado y la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal(AFE-Cohdefor).
“Desconocemos todavía los motivos por los que empezó este incendio, es de grandes proporciones, las instalaciones en su mayoría están quemadas, destruidas, no hay nada que rescatar debido a que la estructura es de madera”, informó Karen Guzmán, titular del Departamento de Comunicaciones de ICF.
Pérdidas millonarias
Archivos contables y financieros, biblioteca, papelería y documentos que celosamente guardaban la historia de esta entidad encargada de resguardar el patrimonio forestal de la biodiversidad del país quedaron reducidas a cenizas. El edificio albergó durante treinta años a la institución y en él operaban la regional de Francisco Morazán, el departamento de áreas protegidas, el proyecto de la reserva natural de la Biosfera del Río Plátano y la dirección ejecutiva del ICF, que no sufrió daños materiales de consideración porque estaba hecho a base de concreto.
Se calcula que las pérdidas oscilan entre los 15 y 20 millones de lempiras, porque las llamas consumieron equipo mobiliario y electrónico, entre hornos eléctricos, estufas y computadoras, además de documentos importantes. “No pudimos rescatar nada, ni equipo ni documentos, todo se convirtió en escombros. Me encontré compañeros llorando por todas partes”, lamentó la relacionista pública Karen Guzmán.
“Básicamente hemos perdido documentación, equipo de oficina y las paredes de la vetusta madera que nos arropaban desde hace años”, dijo otro empleado del ICF. No obstante, aclaró que alguna información se conserva en la plataforma digital.