Tegucigalpa, Honduras
Con tres balazos en la cabeza, cada uno, fueron encontrados ultimados ayer dos hombres dentro de un pick up cabina media en la comunidad de Bijao en Choloma, Cortés.
De los dos victimados uno fue identificado por las autoridades como Juan Ramón Mejía Leiva (24) y del otro no establecieron su identidad porque no portaba documentos.
Las autoridades policiales de Choloma informaron que a las 6:40 am recibieron una llamada al teléfono 911 denunciándoles que en el sector de Bijao en unos potreros situados unos 500 metros antes de llegar a la planta cementera que funciona en esa zona estaba un carro abandonado dentro del cual había dos hombres muertos.Unos patrulleros se desplazaron al lugar y confirmaron la presencia de los dos cuerpos en el interior de un carro marca GMC color blanco cabina y media con placas PDD2785. Los policías que corroboraron la presencia de los cuerpos y que estaban protegiendo la escena del crimen manifestaron que los cadáveres estaban en la parte trasera de la cabina.
Los victimados estaban con las manos atadas hacia adelante con unas abrazaderas de plástico negras.
Las autoridades policiales indicaron que en una de las puertas hay un compartimiento oculto en el que presuntamente los ahora occisos llevaban droga o dinero.
Según la Policía, el asesinato de los dos hombres supuestamente está ligado al crimen organizado y manejan la hipótesis de que los habrían matado para robarles la droga o el dinero que se presume llevaban en ese espacio oculto.
En los relatos que testigos proporcionaron a la Policía se establece que a eso de las 3:00 am de ayer escucharon unos disparos, por lo que se presume que a esa hora mataron a los dos hombres. El levantamiento de los cadáveres fue terminado por las autoridades forenses, fiscales y de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) a las 10:30 am. Las autoridades informaron que los victimados tenían tres balazos en la cabeza. Los dos hombres tenían de seis a 12 horas de muertos, según el dictamen forense preliminar. Indicaron que en la escena del crimen hallaron cuatro casquillos de bala calibre nueve milímetros.
