El juez Adalid Zavala dictó ayer auto de prisión contra Santos Mauricio y Marvin Joel Flores López, por los delitos de asesinato y de robo.
Los hermanos son acusados de haber perpetrado una masacre que terminó con la vida de un oficial y cinco soldados en la aldea de El Maguelar.
A los imputados se les dictó una medida cautelar que consiste en prisión preventiva, con un máximo de dos años, debido a que los testigos los culpabilizan.
El hecho ocurrió el 10 de abril, según los mismos sospechosos, motivados por el conflicto que provocó una jugada de naipes.
Testigos
Según la fiscal del Ministerio Público, María Antonia Guillén, las declaraciones de los testigos fueron contundentes al señalarlos como los responsables.
En la audiencia de ayer comparecieron los testigos Dany Alfredo Reyes, José Mauricio Merlo “Mascotilla” y Javier Omar Hernández, aunque no todos declararon. Ellos estaban en el centro comunal de El Maguelar cuando se produjo el tiroteo. La versión de los supuestos hechores es que “Mascotilla” mató de un tiro al teniente y ellos reaccionaron en defensa.
En declaraciones a la prensa, uno de los hermanos dijo haber dado muerte a éste, pero está vivo.
Reyes declaró que los hermanos lo atacaron de madrugada y que él se salvó porque dormía en la parte superior de una litera, pero se dejó caer al escuchar los disparos.
El delito de lesiones que abarcaría a los oficiales que resultaron heridos en el ataque fue sobreseído provisionalmente, porque, aunque se aportaron testimonios, los dictámenes de Medicina Forense acerca de la incapacidad y la gravedad de los mismos no llegaron a tiempo, dijo la fiscal.
Guillén no se refirió al número de años que recaería sobre los imputados en caso de que ser culpables, pero dijo que pasaría de los 100 años y es probable que se solicite la privación perpetua de la libertad, pero no se ha determinado.
Traficantes de madera
Cada vez cobra más fuerza una de las hipótesis de la Dgic que establece que los dos militares enjuiciados por un séxtuple crimen pudieron haber sido contratados por traficantes de madera para matar a seis de sus compañeros.
El comandante de la 110 Brigada de Infantería, José Hernández, confirmó que el día de la muerte los miembros del cuerpo castrense estuvieron sofocando un incendio forestal.
“Es la primera vez que, mediante decreto, tenemos personal en los lugares depredados y también mantenemos patrullajes para la prevención de incendios. Al consultarle si los madereros pudieron utilizar como sicarios a los acusados, respondió que no se puede decir que el incidente se dio a raíz de esa situación, pero no se descarta.
En el hospital Militar no permitieron que hablaran dos de los cinco sobrevivientes.
La defensa
El juicio se iniciará en los tribunales comunes. Jorge Mejía dijo que apelará el auto de prisión y también al tribunal, pues el caso pertenece al fuero militar, por ello debe ser juzgado en el primero de instancia militar de la novena región.
