San Pedro Sula, Honduras.
Las autoridades policiales hasta ayer no tenían un punto de partida en las investigaciones para establecer el móvil del crimen contra la joven ejecutiva Elsa Corina Bermúdez Rivera (29).
El jefe regional de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), Daniel Matamoros, manifestó que ayer la Policía de Investigación estaba recopilando datos para establecer el motivo por el cual mataron a Bermúdez Rivera.
Leonora Rivera, madre de la infortunada joven, dijo que su hija era lo más bello que tenía, ya que ella era la única mujer que procreó con su esposo.
“No se metía con nadie, no visitaba a nadie. En la mañana se iba para el gimnasio y de allí para el trabajo, después para la Universidad y luego para la casa a encerrarse con una computadora”, manifestó en medio de su llanto doña Leonora.
Indicó que a Elsa Corina, quien era gerente de mercadeo de la empresa Organización de Desarrollo Empresarial Femenino (Odef) solo le faltaban cuatro clases para graduarse de licenciada en Administración de Empresas. La última vez que platicó con ella fue la noche del martes que llegó a su cuarto y tras sentarse en una silla le comentó que se sentía cansada y que se iba a quedar en un examen porque no le entendía.
Al preguntarle qué les pide a las autoridades hondureñas, contestó: “Qué puedo pedirles, si no van a hacer nada, yo se lo dejo todo a Dios, que él se encargue de todo. Nosotros somos cristianos, que Dios haga justicia y que Dios bendiga a los que le hicieron eso a mi hija”.
Noel Antonio Bermúdez, padre de la joven victimada, dijo que el anhelo de su hija era superarse, ser una profesional y una mujer de bien para la ciudad y para el país. “Ella tenía visiones, soñaba en grande, no ambicionaba quedarse allí estancada”, refirió.
Manifestó que su hija estaba sacando la licenciatura en administración de empresas en la Universidad Cristiana de Honduras (Ucrich). Bermúdez recordó que su hija le decía “voy a prepararme y mi anhelo papi es casarme con un buen hombre de bien, que sea profesional para que sigamos adelante, quiero tener un hogar”.
Indicó que su hija no tenía novio actualmente y que desconoce de dónde puede provenir su muerte. “Ella no tenía problemas, se dedicaba a su trabajo después venía para la Universidad y los domingos no salía, sino que se dedicaba a hacer tareas. Lo único que le decía a veces es que se sentía cansada y estresada de tanto trabajo.
“A eso venían a matarla, el objetivo era matarla y no sé por qué. Cuando estaba en su tiempo libre no le gustaba andar vagando, sino que pasaba en la casa haciendo tareas y viendo televisión y escuchando música. No creo que la Policía resuelva el caso de mi hija, pero sí estoy esperando la justicia divina de Dios”. “A los que mataron a mi hija los perdono de corazón, que Dios tenga misericordia de ellos”, dijo Bermúdez. La joven fue asesinada la noche del miércoles por unos sicarios en motocicleta frente a su casa en la colonia Planes de Calpules.
Las autoridades policiales hasta ayer no tenían un punto de partida en las investigaciones para establecer el móvil del crimen contra la joven ejecutiva Elsa Corina Bermúdez Rivera (29).
El jefe regional de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), Daniel Matamoros, manifestó que ayer la Policía de Investigación estaba recopilando datos para establecer el motivo por el cual mataron a Bermúdez Rivera.
Leonora Rivera, madre de la infortunada joven, dijo que su hija era lo más bello que tenía, ya que ella era la única mujer que procreó con su esposo.
“No se metía con nadie, no visitaba a nadie. En la mañana se iba para el gimnasio y de allí para el trabajo, después para la Universidad y luego para la casa a encerrarse con una computadora”, manifestó en medio de su llanto doña Leonora.
Indicó que a Elsa Corina, quien era gerente de mercadeo de la empresa Organización de Desarrollo Empresarial Femenino (Odef) solo le faltaban cuatro clases para graduarse de licenciada en Administración de Empresas. La última vez que platicó con ella fue la noche del martes que llegó a su cuarto y tras sentarse en una silla le comentó que se sentía cansada y que se iba a quedar en un examen porque no le entendía.
Al preguntarle qué les pide a las autoridades hondureñas, contestó: “Qué puedo pedirles, si no van a hacer nada, yo se lo dejo todo a Dios, que él se encargue de todo. Nosotros somos cristianos, que Dios haga justicia y que Dios bendiga a los que le hicieron eso a mi hija”.
Noel Antonio Bermúdez, padre de la joven victimada, dijo que el anhelo de su hija era superarse, ser una profesional y una mujer de bien para la ciudad y para el país. “Ella tenía visiones, soñaba en grande, no ambicionaba quedarse allí estancada”, refirió.
Manifestó que su hija estaba sacando la licenciatura en administración de empresas en la Universidad Cristiana de Honduras (Ucrich). Bermúdez recordó que su hija le decía “voy a prepararme y mi anhelo papi es casarme con un buen hombre de bien, que sea profesional para que sigamos adelante, quiero tener un hogar”.
Indicó que su hija no tenía novio actualmente y que desconoce de dónde puede provenir su muerte. “Ella no tenía problemas, se dedicaba a su trabajo después venía para la Universidad y los domingos no salía, sino que se dedicaba a hacer tareas. Lo único que le decía a veces es que se sentía cansada y estresada de tanto trabajo.
“A eso venían a matarla, el objetivo era matarla y no sé por qué. Cuando estaba en su tiempo libre no le gustaba andar vagando, sino que pasaba en la casa haciendo tareas y viendo televisión y escuchando música. No creo que la Policía resuelva el caso de mi hija, pero sí estoy esperando la justicia divina de Dios”. “A los que mataron a mi hija los perdono de corazón, que Dios tenga misericordia de ellos”, dijo Bermúdez. La joven fue asesinada la noche del miércoles por unos sicarios en motocicleta frente a su casa en la colonia Planes de Calpules.
