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Atribuyen a narcos matanza de 72 migrantes

  • 26 agosto 2010 /

El paso por México, en su camino a Estados Unidos, se ha convertido en una ruta mortal para decenas de personas que abandonan sus países en busca del “sueño americano”.

El descubrimiento de 72 migrantes del centro y sur de América en una finca del norte de México, justo al sur de la frontera con Estados Unidos, representa un recordatorio espantoso de la brutalidad del tráfico de personas en un país con una amplia presencia de los carteles de la droga.

Especial: Zetas, pesadilla del migrante

Un ecuatoriano herido que escapó del lugar de la matanza en el estado de Tamaulipas le dijo a las autoridades que los migrantes habían sido secuestrados por individuos que se identificaron como parte de Los Zetas, una banda narcotraficante que ejerce en partes de esa región un control tan brutal y total que incluso numerosos mexicanos evitar viajar por carreteras de la zona.

Los migrantes que se aventuran por México para llegar a Estados Unidos han sido desde hace tiempo víctimas de extorsión, violencia y robo. Pero han aumentado las informaciones de secuestros masivos de migrantes, que son forzados a dar los números telefónicos de parientes en Estados Unidos o en su país de origen, a los cuales a su vez se les exige la transferencia de pagos de rescate a los plagiarios.

Teresa Delgadillo —que labora en el refugio de la Casa San Juan Diego en la ciudad tamaulipeca de Matamoros, al otro lado de la localidad estadounidense de Brownsville en Texas— dijo que escucha con frecuencia relatos de secuestros cometidos por bandas criminales y de golpizas a migrantes para exigirles dinero, pero que jamás había conocido una narración tan sobrecogedora como la masacre de esta semana.

'No había informaciones de que los habían matado', expresó.

En un reporte divulgado en abril, Amnistía Internacional describió como una gran crisis de derechos humanos el viacrucis de decenas de miles de migrantes —en su mayoría centroamericanos— que cruzan México en dirección a Estados Unidos. El informe calificó ese viaje como 'uno de los más peligrosos del mundo' y dijo que cada año un incalculable número de migrantes desaparecían sin dejar rastro.

El gobierno mexicano ha confirmado al menos siete casos de carteles que secuestraron grupos de migrantes en lo que va del año, dijo Antonio Díaz, funcionario del Instituto Nacional de Migración, un centro gubernamental de estudios del tema migratorio.

Pero otros grupos dicen que los secuestros de migrantes son mucho más graves. En un nuevo estudio, la Comisión Nacional de Derechos Humanos afirmó que más de 1.600 migrantes son secuestrados en México cada mes. Sus cifras se basan en el número de reportes que recibió entre septiembre del 2008 y febrero del 2009.

Las autoridades informaron que trataban de determinar si las 72 víctimas en Tamaulipas murieron al mismo tiempo y por qué. Pero el vocero de seguridad del gobierno federal, Alejandro Poiré, dijo que los migrantes son secuestrados frecuentemente por pistoleros de los carteles para exigirles dinero.

Poiré también dijo que el gobierno cree que los carteles intentan reclutar a los migrantes como peones, una preocupación que ya había sido expresada por políticos estadounidenses que demandan mayor seguridad en la frontera.

De confirmarse el secuestro a manos de un cartel, la masacre de Tamaulipas sería quizá el caso más extremo conocido hasta el momento y la matanza más sangrienta de la lucha contra las drogas en México.

'Este es un suceso sumamente grave, absolutamente indignante y que exige la condena unánime de toda la sociedad', dijo Poiré.

El presidente Felipe Calderón, que desde el inicio de su gobierno en el 2006 emprendió una amplia ofensiva contra el narcotráfico, dijo en un comunicado que esos hechos en Tamaulipas ocurren en torno a una 'lucha violenta' entre el cartel del Golfo y la banda criminal de Los Zetas.

'Son ellos los que están recurriendo a la extorsión y al secuestro de migrantes como mecanismo de financiamiento y de reclutamiento, debido a que están enfrentando una situación muy adversa para abastecerse de recursos y de personas', agregó el mandatario.

El martes, el migrante ecuatoriano Luis Freddy Lala Pomavilla llegó hasta el retén con una herida de bala en el cuello. Le dijo a los marinos mexicanos que acababa de escapar de pistoleros en un rancho en San Fernando, a 160 kilómetros (100 millas) al sur de Brownsville, Texas.

Describió una escena dantesca con una habitación llena con los cadáveres de 72 migrantes, algunos apilados unos encima de otros.

Repudio mundial

“Éste es un hecho horriblemente trágico”, dijo ayer un portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, en una primera reacción por el hecho.

Los detalles aún están siendo investigados por Estados Unidos, que sentará una posición oficial más adelante, dijo Toner a periodistas.

Los Gobiernos de Honduras, Guatemala, El Salvador, Ecuador y Brasil también se han pronunciado por la tragedia.

“Estamos muy impactados por este hecho y eso reafirma nuestra lucha para seguir protegiendo a nuestros compatriotas en cualquier parte donde se encuentren”, afirmó el ministro salvadoreño de Relaciones Exteriores, Hugo Martínez, en un comunicado difundido por la Cancillería en que lamentó lo ocurrido. El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, repudió la matanza y anunció la movilización del personal diplomático en ese país para apoyar las investigaciones. “Eso es gravísimo y lamentable, pero la embajada y los consulados se han movilizado inmediatamente”, dijo el ministro tras una reunión con su homóloga mexicana Patricia Espinosa en Quito. La Cancillería mexicana ya se está coordinando con las embajadas de los países de los que presuntamente provenían los asesinados para proceder a la identificación de los cuerpos.

Honduras espera informe oficial

El Gobierno de Honduras espera que las autoridades mexicanas confirmen que hay hondureños entre las víctimas de la matanza de 72 personas. “Estamos en el proceso de investigación.

Ya se solicitó a nuestra embajada en México que con las autoridades mexicanas corrobore cómo está la información”, dijo la directora encargada de Asuntos Consulares de la Cancillería hondureña, Nelly Barnica. La funcionaria indicó que esperan que se les envíe la información completa para dar más detalles de lo sucedido. “Sabemos que sí se dio este hecho, pero esperamos el informe oficial de México”, apuntó Barnica. El testigo, cuya identidad no ha sido revelada, formaba parte del grupo y dijo que los asesinados provenían de Brasil, Ecuador, El Salvador y Honduras. Eso está en proceso de investigación.