Londres, Inglaterra. El príncipe William dejó a un lado el protocolo real y vivió una noche de karaoke con el cantante Bon Jovi y la estrella americana Taylor Swift.
“Livin on a Prayer” fue el tema que el trío interpretó, un clásico del grupo Bon Jovi al término de una gala benéfica en el Palacio de Kensington con el objetivo de recaudar fondos para Centrepoint, la organización de beneficencia cuya presidenta era su madre, la princesa Diana, y que desde el 2005 el segundo en la línea de sucesión al trono británico patrocina para ayudar a los jóvenes sin un techo.
La fiesta
Bon Jovi comenzó la actuación solo con su guitarra, pero después se le unieron en el escenario Taylor Swift y el príncipe, ante los aplausos del público.
El príncipe, vestido con traje y corbata negros se atrevió a interpretar los coros de la famosa canción, y permaneció de pie siguiendo el ritmo de la música durante la mayor parte de la canción.
“Noches como esta solo ocurren una vez en la vida”, dijo Bon Jovi al público. “Pero la oportunidad de realizar un cambio puede durar toda una vida. Cada uno de vosotros tiene la oportunidad de realizar un cambio esta noche”, añadió.
Durante la velada el duque de Cambridge entrego a Bon Jovi un premio en reconocimiento a su trabajo en la lucha contra la pobreza y la mejora de la vida de las personas sin hogar.
En el 2006 el cantante fundó en Estados Unidos la asociación Soul Foundation, con la que intenta ayudar a los estadounidenses a salir de la pobreza.