El próximo 1 julio la princesa Diana de Gales habría cumplido 60 años si un accidente de tráfico no hubiese acabado demasiado pronto con su vida una fatídica noche de agosto de 1997.
Con el aniversario de esas dos fechas clave a la vuelta de la esquina, que servirán además para reunir de nuevo a los príncipes William y Harry en la inauguración de una estatua en honor a su madre en los jardines del palacio de Kensington, no resulta extraño que estas semanas la prensa británica se haya dedicado a recrear las últimas horas de Lady Di con la nueva información que se ha ido conociendo al respecto.
El paso del tiempo ha contribuido a que salgan a la luz nuevos testimonios de las personas que la atendieron después de que el auto en que viajaba se estrellara mientras circulaba a una velocidad superior a la permitida por un túnel de París y que hasta ahora solo habían hablado con las autoridades.
El médico que estaba de guardia en la sala de urgencias cuando llegó al hospital Pitié-Salpêtrière ha revelado el alcance de sus heridas en declaraciones al tabloide Daily Mail para defender el trabajo de todo el equipo sanitario, que según su testimonio trató de reanimarla durante horas.
Diana era conocida como 'la Princesa del pueblo' por su amor y humildad hacia la gente m
ás necesitada.
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El sargento Xavier Gourmelon, que compartió su testimonio con la policía en su momento, pero nunca antes había hablado públicamente de lo ocurrido, asegura que Diana le dijo en inglés: 'Dios mío, ¿qué ha pasado?'.
'Puede entender lo que había dicho, así que intenté tranquilizarla. Le sostuve la mano', ha añadido.
En un primer momento no reconoció a la princesa y le pareció que se trataba de 'una mujer joven que presentaba una herida en el hombro', aunque uno de los agentes que también estaban presentes le explicó de quién se trataba una vez ayudaron a subirla a la ambulancia.