La nación hondureña celebra este día el 190 aniversario de la firma del Acta de Independencia de la Corona Española. En esta fecha se recuerda a los próceres, de quienes se destacan sus virtudes y valores.
En la vitrina de héroes y próceres de Honduras sobresale Lempira, el Señor de la Sierra. Este personaje de linaje lenca es reconocido por su liderazgo para organizar a los pueblos y defenderse de la conquista de los españoles. Murió por la libertad y por eso se le considera guerrero de la dignidad nacional.
José Cecilio del Valle, conocido como el Sabio Valle, es un digno ejemplo de un gran valor: la productividad.
Aunque nació en Choluteca, su formación intelectual la realizó en Guatemala. Ocupó importantes cargos a nivel centroamericano y destaca su participación en la redacción del Acta de Independencia de 1821. Uno de sus escritos, que demuestran su ojo visionario y amor por América es: “Soñaba el abad San Pedro y yo también sé soñar”. Además fundó el periódico El Amigo de la Patria.
Ejemplares
De José Trinidad Cabañas, conocido como el Soldado de la Patria, se resalta la honradez. Se cuenta que un día, cuando Cabañas era presidente de Honduras, llegó un hombre y le dio un regalo. Cabañas lo aceptó y lo guardó así como se lo entregaron. Pasado el tiempo, el mismo ciudadano visitó al prócer y le solicitó un favor que ponía a prueba su honestidad.
Cabañas le dijo: “Vea amigo, lo que me solicita será imposible que se lo conceda, pero en cambio le hago este regalito, que le ruego aceptarlo”.
El hombre se sorprendió cuando se dio cuenta de que el regalo que le daba Cabañas era el mismo reloj de bolsillo que él antes le había dado y que ni siquiera lo había desenvuelto. Cabañas y Francisco Morazán tenían un valor en común: la amistad. Los historiadores dan fe de su amistad inquebrantable. Pero Morazán destacaba además por su lucha por la libertad demostrada en su constante pasión por convertir a los países de Centroamérica en una sola nación. Uno de sus legados es “El manifiesto de David”.
Dionisio de Herrera, primo de Valle, oficializó las celebraciones patrias el 15 de septiembre de 1825. Asumió como primer jefe de Estado de Honduras en 1824. Defendió la igualdad de los hombres al apoyar la abolición de la esclavitud.
La Bandera Nacional
La Bandera Nacional no sólo es un símbolo para mi país; la Bandera Nacional es un atributo mío. Así la llevo pintada en mi corazón y con cada paso que doy hacia mi futuro llevo mi bandera erecta apuntando al cielo con sus estrellas alumbrándome el camino. Mi bandera son dos bloques azules, un bloque blanco y cinco estrellas en su corazón. La veo todos los días ondeando en el parque central y en mi escuela. Mi bandera es la misma que defendieron mis ancestros y la misma que defenderán mis hijos. Mi bandera es mi identidad y es mi orgullo.
Recuerdo de pequeños en preescolar cómo cantábamos los quinces de septiembre “Quiero ser soldado para defender,” y como marchábamos mirando la bandera que parecía moverse independientemente. Recuerdo cantar el Himno Nacional con mi mano en el pecho mirando la bandera para graduarme de sexto grado; sintiendo mi corazón latir al ritmo del son. Todavía en la banda de secundaria hacemos el saludo a la bandera los quinces de septiembre, marcando el paso con los tambores, mirándola firmemente, con una mano en el corazón, cómo la peina el viento. Mi bandera está presente en toda mi vida y espero que así siga siendo.
Como lo dijo mi tatarabuelo Augusto C. Coello hace casi cien años, “Tu bandera es un lampo de cielo, por un bloque de nieve cruzado. Y se ven en su fondo sagrado, cinco estrellas de pálido azul,” lo seguirán cantando en coro unísono todos los hondureños; mientras el asta esté derecha y la bandera esté errante se escuchará el clamor en las lejanías de la lucha, el trabajo y el honor.
La Bandera Nacional representa nuestra nacionalidad, nos une a todos. La bandera nos representa fuera de nuestro territorio, y la bandera está siempre erguida, y aunque cayese, la levantaríamos aunque nos tomara toda la fuerza. La bandera es tuya y mía, y sus cuatro estrellas que rodean la central nos une con los países de nuestra región; está presente en mi vida todos los días, la veo, la escucho, la leo y la siento; es parte de mis sentidos y se presenta en los instantes más importantes de mi vida. Mientras la bandera errante, fuerte, independiente e imperecedera fluya por el cielo, soy feliz.
- José Armando Elvir Coello, SPS, 2011.
Héroes patrios
José Trinidad Reyes
Nació en Tegucigalpa el 11 de junio de 1797 y falleció en la misma ciudad el 20 de septiembre de 1855. Fundador de la Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto, ahora UNAH.
José Trinidad Cabañas
Nació en Tegucigalpa en 1805 y falleció en Comayagua en 1871. Presidente constitucional de la República del 1 de marzo de 1852 al 18 de octubre de 1855.
José Cecilio del Valle
Nació en Choluteca el 22 de noviembre de 1780 y murió el 2 de marzo de 1834. Político, filósofo, escritor, abogado y presidente de Guatemala, Honduras y la República Federal de Centroamérica.
Francisco Morazán
Nació el 3 de octubre de 1972 en Tegucigalpa y murió fusilado el 15 de septiembre de 1842 en San José, Costa Rica. Es el prócer de la unión centroamericana.
Dionisio de Herrera
Nació el 9 de octubre de 1781 en Choluteca y falleció el 13 de junio de 1850 en San Salvador. único político en la historia de Centroamérica electo popularmente Jefe de tres Estados: Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Lempira
Comisionado por Entepica para que organizara la resistencia a la penetración de las tropas españolas en 1537, teniendo como base el cerro de Cerquín.