Esa mañana sabatina fue increíble para Larissa y Héctor Álvarez porque bendecían la vida y futuro de su linda hija Lucrecia Álvarez Beall.
Llegaron puntuales a la parroquia Nuestra Señora de Suyapa donde el padre Fernando Ibáñez roció agua bendita en la suave cabecita de la nueva cristiana, que ni lloró y recibía la bendición con gran serenidad.
Al concluir el acto, unos 40 invitados se trasladaron a el salón La Vinera de Ángeli Gardens donde la firma decorativa Royalto engalanó la estancia con el arte floral y de diseño de Víctor Toledo. Rosas y hortensias fueron protagonistas en la mesa imperial y adornos variados se colocaron en diversos rincones de la estancia.
Como padrinos de la bebé Álvarez Beall se escogieron a María Fernanda y Luis Rendón, quienes se comprometieron a velar por todo aquello que necesite su ahijada.
Un suculento almuerzo fue dispuesto al gusto de los invitados, quienes felicitaron a Larissa y Héctor y llenaron de mimos a la hermosa niña, quien vistió un delicado ropón que la hacía lucir sumamente primorosa.
La tarde llegó en medio de amenas charlas y el júbilo de la concurrencia que agradeció ser parte del sacramento.
