San Pedro Sula, Honduras.
Emociones indescriptibles que solo se vivieron esa noche son los recuerdos que han quedado en los graduados de la escuela episcopal El Buen Pastor. La recepción para celebrar el triunfo colegial fue en el centro de convenciones Copantl, engalanado con flores primaverales y luces led.
La distinción de los nuevos bachilleres bilingües terminó de complementar la puesta en escena donde todo fue glamur y elegancia.
Un preámbulo de dos horas permitió que los estudiantes y sus padres se fotografiaran para los álbumes del recuerdo y se organizaran para la entrada triunfal donde los 33 futuros universitarios bailaron el vals con total solemnidad.
Emociones indescriptibles que solo se vivieron esa noche son los recuerdos que han quedado en los graduados de la escuela episcopal El Buen Pastor. La recepción para celebrar el triunfo colegial fue en el centro de convenciones Copantl, engalanado con flores primaverales y luces led.
La distinción de los nuevos bachilleres bilingües terminó de complementar la puesta en escena donde todo fue glamur y elegancia.
Un preámbulo de dos horas permitió que los estudiantes y sus padres se fotografiaran para los álbumes del recuerdo y se organizaran para la entrada triunfal donde los 33 futuros universitarios bailaron el vals con total solemnidad.
Nimrod Rodríguez fue el maestro de ceremonias y Chaval, el disyóquey que puso a bailar a la gente hasta el amanecer.
Los protagonistas de esta fiesta de graduación no dejaron de posar para Vivir en Rosa y tuvieron euforia total cuando al completo quedaron captados para el recuerdo de su generación.
