Conducir en estado de ebriedad en Honduras puede costarle al infractor hasta tres salarios mínimos, además de enfrentar la cancelación definitiva de la licencia de conducir.
La normativa vigente, establecida en la Ley de Tránsito, considera esta falta como una de las más graves, debido al alto riesgo que representa para la vida del conductor, los pasajeros y otros usuarios de la vía pública.
De acuerdo con la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), una persona que sea sorprendida por primera vez conduciendo en estado de ebriedad deberá pagar una multa de 11,278.76 lempiras, además del decomiso de su licencia de conducir por un periodo de seis meses.
En caso de que el infractor reincida dentro del mismo año, la sanción económica se eleva a entre uno y tres salarios mínimos, y la licencia podrá ser cancelada por un año o de forma definitiva, dependiendo de la gravedad del caso. La multa equivalente a dos salarios mínimos asciende a 22,557.52 lempiras.
Si la persona comete la infracción por tercera vez en un año, deberá pagar el mismo monto anterior y enfrentará la cancelación definitiva de su permiso de conducir, sin posibilidad de recuperación.
Las autoridades de la DNVT advierten que los operativos de control de alcoholemia se han intensificado, especialmente durante fines de semana, feriados y temporadas festivas, cuando se incrementan los accidentes relacionados con el consumo de alcohol.
En estos casos, además de las sanciones económicas y administrativas, el conductor puede ser remitido al Ministerio Público si se determina responsabilidad penal por causar daños o lesiones.
Bayron Banegas, oficial de la DNVT, informó que el objetivo de estas medidas, es reducir los accidentes de tránsito y promover una cultura de conducción responsable, ya que el consumo de alcohol sigue siendo una de las principales causas de muertes en carretera en el país.
Equipos de la DNVT, a través de su Jefatura Regional, ejecutan intensos operativos en distintos puntos estratégicos de la ciudad con el objetivo de prevenir accidentes viales y hacer cumplir la ley.
Según informes de la Policía, en los últimos días, más de 100 conductores dieron positivo en pruebas de alcoholemia, por lo que sus licencias fueron decomisadas y se les impusieron las sanciones correspondientes.
Además, los agentes reportaron 250 infracciones adicionales por exceso de velocidad, irrespeto a semáforos, falta de documentos y no uso del casco. También 80 sanciones por mal estacionamiento, 15 motocicletas decomisadas por participar en carreras clandestinas, y una persona remitida al Ministerio Público por conducción temeraria y atentado contra la autoridad.
“Muchos conductores desconocen las consecuencias legales y personales de manejar en estado de ebriedad. La ley es clara: la primera infracción implica multa de medio a un salario mínimo y suspensión de la licencia por seis meses. En caso de reincidencia, la multa aumenta a uno o tres salarios mínimos y la licencia puede cancelarse de forma definitiva”, detalló Banegas.
El funcionario recordó que el límite de alcohol permitido en sangre es de 0.5 gramos por litro para conductores particulares y 0.2 gramos por litro para conductores profesionales. Además, negarse a realizar la prueba de alcoholemia conlleva sanciones adicionales y la suspensión inmediata del permiso de conducir.
Carlos Hernández, un conductor particular de 34 años, expresó que los operativos son fundamentales para retirar de las calles y carreteras a quienes manejan bajo los efectos del alcohol.
“En mi caso, conduzco un camión de carga y viajo por todo el país, pero los fines de semana, especialmente en horas de la madrugada, me ha tocado esquivar muchas veces a conductores imprudentes que creen que las calles son pistas de carrera”, relató.
Incidencia de accidentes a nivel nacional
La imprudencia, el exceso de velocidad y el alcohol siguen cobrando vidas en Honduras. Entre enero y el 15 de septiembre de 2025 se reportaron 1,315 muertes por accidentes viales, apenas tres menos que en el mismo periodo de 2024.
Las principales causas de la siniestralidad vial se mantienen constantes: imprudencia, exceso de velocidad y consumo de bebidas alcohólicas. Estas conductas, sumadas al mal estado de muchas carreteras y la falta de señalización, crean un escenario crítico que diariamente cobra vidas en el territorio nacional.
Según expertos, además de los operativos, es necesario reforzar la educación vial desde las escuelas, mejorar la infraestructura de las carreteras y aplicar con rigor las sanciones a los conductores que infringen la ley.
