Las semanas del lunar, para identificar el cáncer de piel, están suspendidas por la pandemia en los hospitales Mario Rivas y Leonardo Martínez; sin embargo, se atiende a los pacientes siguiendo un procedimiento.
Las personas que tienen un lunar anormal deben acudir a su centro de salud más cercano. Ahí el médico, si ve anomalías en el lunar, remitirá a los niños, mujeres embarazadas y adolescentes a la consulta pediátrica dermatológica del Leonardo Martínez y a las mujeres y hombres al departamento de dermatología del Mario Rivas.
Jorge López, subespecialista en cirugía dermatológica, explicó que hay criterios para extirpar un lunar y eso lo decide el dermatólogo, no el paciente; es decir, que solo se quita cuando representa un riesgo clínico.
Si el especialista concluye que hay suficientes indicios que indiquen que el lunar es maligno, entonces sí se extirpa.“Luego la muestra se remite para biopsia al hospital Mario Rivas para que los patólogos descarten o confirmen la presencia de células cancerígenas y si se confirma se procede a dar el tratamiento oportuno”, añadió López. Todo este proceso se realiza de forma gratuita. López anunció que para el otro año se retomará la Semana del Lunar en el Leonardo.
Riesgo
Claudia Portillo, dermatóloga de la Liga contra el Cáncer, dijo que en las jornadas de farmacias los lunares solo los cauterizan y hay riesgo de lesiones.
“Lo ideal es que estas atenciones las brinden especialistas en dermatología, para que ellos valoren los lunares y lesiones que aparecen de forma repentina, y determinen si la lesión es benigna o maligna y qué tipo de procedimiento, según el estado, se podría realizar.
“Esperamos en un tiempo cercano hacer jornadas de cáncer de piel en la Liga. Damos atención dermatológica y estudios a precios accesibles”, comentó.
Especialistas médicos consultados concluyen que asistir a las jornadas de eliminación de lunares en distintos puntos de la ciudad (farmacias y clínicas estéticas) no es recomendable porque el personal no es especialista en el área; además, solo se cauteriza en lugar de extirpar y no se continúa con los estudios de biopsia.
Hernán Galo, dermatólogo del Mario Rivas, dijo que previo a considerar retirar un lunar, este debe ser evaluado.
“Hay una regla que establece que si el lunar ha sido simétrico, con bordes regulares, coloración homogénea y diámetro menor a seis milímetros, y no tiene cambios, está bien; pero si empieza a mostrar asimetría, bordes irregulares, coloración heterogénea y diámetro mayor a seis milímetros en un periodo rápido, esto despierta las sospechas que llevan a tomar muestras para su evaluación de biopsia y confirmar si el paciente sufre cáncer.