En la fundación Abrigo que alberga a personas del interior del país que llegan enfermas o que acompañan a familiares asistidos en el hospital Mario Rivas
en San Pedro Sula siguen esperando que se concrete la ayuda solicitada en junio a la Municipalidad sampedrana.
La administradora de la fundación, María Enue Alemán, informó que continúan esperando que la División Parques y Bulevares de la Municipalidad pode algunas ramas de un enorme árbol que causó que parte del techo del hogar de mujeres y niños se viniera abajo.
“Tuvimos suerte que fue a la hora del almuerzo porque pudo haber sido una tragedia. Muchos
se sientan debajo del árbol y en cualquier momento puede caer una rama”, subrayó Alemán.
En Abrigo
se encargan de dar albergue, alimentación, y de ser un segundo hogar para aquellos que llegan desde diferentes puntos del interior del país.
Hay personas que están unos días y otras que están varios meses como es el caso de Verónica Reyes, quien reside en Ocotepeque y tiene a su hijo en tratamiento por leucemia desde hace cinco meses. “Prácticamente vivo en la fundación; a mi casa voy tres o cuatro días a buscar ropa; pero de no ser por este lugar, no sé adónde hubiese ido a parar’’, dijo agradecida.