La Repostería y Panadería Emín, un emprendimiento sampedrano que nació hace 20 años en una pequeña cocina de la colonia Guadalupe, ha logrado trascender las fronteras nacionales y posicionar uno de sus productos insigne en el mercado estadounidense.
Se trata de las deliciosas galletas de avena que la panadería elabora desde hace más de una década, con la receta especial que Gladys Euceda, la mujer detrás de este exitoso negocio, heredó de su madre y que logró perfeccionar con los años.
Originaria de la comunidad de San Antonio de la Cuesta, en el departamento de Comayagua, Euceda llegó a la Capital Industrial en 1987 junto a su difunto esposo y su primer hijo.
Con una leve sonrisa en su rostro y sentada en la sala de su casa, Gladys contó a LA PRENSA que conoció a su esposo, un sampedrano que se había mudado a Comayagua, en la empresa donde trabajaba como secretaria cuando ella apenas tenía 22 años.Tiempo después, tras una bonita etapa de noviazgo, ambos decidieron formar una familia y se trasladaron a San Pedro Sula.
Comienzos
La emprendedora, que ahora tiene 61 años, relató que al llegar a la ciudad logró conseguir trabajo como secretaria en una pequeña empresa y en su tiempo libre solía hornear pan y galletas para vender entre sus vecinos.
Productos que elaboraba siguiendo las recetas de su madre, quien cada semana horneaba pan para que ella y sus hermanos lo vendieran en la comunidad y así sacarlos adelante.
Durante varios años mantuvo la panadería como un pasatiempo y una forma de generar ingresos extra, pero en su interior siempre tuvo el deseo de tener su propio negocio.
No obstante, no fue hasta 2002 cuando decidió renunciar a su trabajo para cuidar a sus dos hijos menores, Eduardo y Benjamín, que tomó la determinación de luchar por su sueño de “abrir una panadería”.
Gladys empezó a hornear semitas de arroz, pan de yema y galletas mantecadas (su producto estrella), tres veces por semana y le pagaba a dos mujeres para que le ayudaran a vender en varios puntos de la ciudad.
Pasos
La perseverancia y trabajo duro de esta emprendedora la llevaron a que en 2004 abriera su local en el mercado Las Brisas, donde sus productos ganaron popularidad entre los sampedranos.Dos años más tarde firmó su primer contrato con un supermercado local, motivo por el que acondicionó un taller en su casa.
Los productos de Emín, nombre que escogió en honor a sus hijos, ahora se comercializan en varios establecimientos de la zona norte y hace un par de años lograron llegar a un restaurante en Miami, Florida, donde han conquistado el paladar de latinos y estadounidenses, por lo que cada semana reciben pedidos desde el país norteamericano.
Euceda manifiesta que aunque el camino no ha sido fácil, se siente feliz y realizada, pues gracias a su emprendimiento logró sacar a sus hijos adelante junto a su esposo.
Dirección
El negocio se ubica en la colonia Guadalupe y sus productos se venden en supermercados de la Capital Industrial.
Además le ha permitido enseñarle este oficio a mujeres y jóvenes que han llegado a su casa en busca de una oportunidad laboral.
Entre sus planes a futuro está continuar expandiendo su negocio, con nuevos productos como galletas de almendra, coco y una línea de panes integrales. A la vez que motivó a las mujeres hondureñas a trabajar por sus sueños, pues considera que nunca es demasiado tarde para emprender.
“El camino no es fácil y los negocios requieren de paciencia y dedicación, pero nada es imposible”, manifestó.
