En el año de la “inclusión escolar” solo un centro educativo oficial en San Pedro Sula tiene la infraestructura necesaria para motivar a los padres y menores con retos especiales a estudiar con normalidad.
La inclusión escolar promueve que en los salones de clases de centros públicos y privados se brinden espacios para que menores y jóvenes con retos especiales o discapacidades puedan, no solamente estar presente en una sesión, sino también puedan participar de la misma.
El jardín de niños San Juan Bosco en Colvisula ha sido el primero en la ciudad equipado para atender a menores sin discapacidad y los que la tienen.
Las maestras del centro han testificado que los primeros 30 días de funciones han sido de gran aprendizaje para ellas, para los niños especiales y los que no presentan dificultades.
“Para mí ha sido de gran importancia la apertura de este centro, mi hijo pasó gran parte de su vida encerrado en la casa por el miedo que teníamos a que sufriera, pero hemos visto en poco tiempo el cambio”, manifestó Carmen Yánez, madre de familia. Las autoridades aseguran que aunque muchas escuelas y colegios reciben a personas discapacitadas, no tienen edificios adecuados.
“A pesar de ser el año de la inclusión no tenemos claro qué planes vamos a implementar en el departamento para promover la inclusión. Hay un proyecto que debemos modificar que incluye deportes, pero esperamos que el ministro de Educación nos respalde”, comentó Reina Rodríguez, encargada del área de inclusión en la Departamental.
