La celebración de las fiestas navideñas parece estar pasando factura a decenas de personas que durante la temporada han resultado contagiadas con covid-19, lo cual ha desatado una nueva ola de casos en el norte de Honduras.
Las unidades especiales de los hospitales Leonardo Martínez y el Mario Catarino Rivas se encuentran en su máxima capacidad debido al elevado número de ingresos reportados en lo que va de esta semana, por lo que los cupos en las áreas están agotados.
Allan Estefan, director interino del Leonardo, dijo que las 65 camas para adultos que hay en el centro asistencial están ocupadas en su totalidad y solo restan 16 camas para mujeres embarazadas, pero esas son exclusivas para ellas y los neonatos.
“Si alguien va mejorando tratamos de trasladarlos al Gimnasio Municipal para abrir cupos, pero la gente debe ser responsable y evitar el contagio”. reprendió el galeno.
Estefan advirtió que no hay personal médico disponible para reemplazar a los que salgan infectados, por lo que recomendó continuar con las medidas de bioseguridad: distanciamiento social, uso de mascarilla y gel, así como el frecuente lavado de manos y evitar salir a la calle lo menos posible para disminuir el riesgo.
Julia Sánchez, portavoz del Mario Rivas, señaló que el sanatorio está tomando nuevas medidas para hacer frente al incremento de pacientes que están llegando todos los días.
El centro asistencial tenía hospitalizados hasta ayer por la tarde a 70 personas, la cantidad máxima de cupos con los que cuenta.
Explicó que para prevenir la propagación del virus siguen restringidas las visitas a los pacientes ingresados en las diferentes áreas, por lo que pidió la comprensión de los familiares ante el preocupante panorama.
“Lo que buscamos es evitar es que las personas que vienen salgan contagiadas”, añadió.