María de la Cruz Lara, de 34 años, y su hija Cristy Marbella Lara, de 13, ingresaron la tarde del lunes 22 de diciembre al hospital Mario Catarino Rivas con heridas de gravedad, luego de una explosión registrada en un negocio de venta de pólvora en el municipio de Macuelizo, departamento de Santa Bárbara.
Ambas pacientes fueron referidas desde el hospital Socorro de lo Alto. De acuerdo con información brindada por el doctor Gabriel Paredes, director del Mario Rivas, Cruz Lara sufrió quemaduras en el 75% de su cuerpo.
El galeno informó que la paciente fue sometida a una cirugía de emergencia, en la que fue necesaria la amputación de una de sus piernas debido a las lesiones provocadas por la explosión.
En tanto, su hija, Cristy Marbella Lara, presentaba quemaduras en el 47% del cuerpo, principalmente en el rostro, tórax y abdomen.
Paredes explicó que la condición de ambas es delicada y que permanecen intubadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), por lo que esta tarde serían trasladadas a Tegucigalpa con el apoyo de la Fuerza Aérea Hondureña.
Detalló que la madre será referida a la Unidad de Quemados del Hospital Escuela, mientras que la menor será atendida en el Hospital de la Fundación para el Niño Quemado (Fundaniquem).
Por su parte, el Cuerpo de Bomberos de Quimistán informó que el incidente ocurrió en la comunidad de Chiquila, en Macuelizo, Santa Bárbara, la vivienda donde tenían una cohetería artesanal tomó fuego, causando una fuerte explosión por el meterial pirotécnico.
Además de madre e hija, en el hecho resultaron heridas otras dos personas identificadas como Denilson Damián Delcid, de 7 años, y Keldi Sadi, de 32 años, quienes fueron trasladados al hospital Socorro de lo Alto para ser estabilizados.
Asimismo, Paredes lamentó lo ocurrido y señaló que, con estos dos casos, ya suman siete las personas atendidas por quemaduras relacionadas con pólvora en ese hospital durante la temporada navideña, entre ellas dos adultos y cinco menores de edad.
Uno de los casos recientes corresponde a un adulto mayor de 70 años, procedente del departamento de Lempira, quien sufrió la amputación de su mano izquierda tras la explosión de un mortero.
“Es una situación que se repite año con año y que no quisiéramos seguir reportando. Aprovechamos este espacio para crear conciencia en la población y decirles que se puede celebrar una Navidad tranquila y feliz sin el uso de pólvora, porque estos accidentes dejan secuelas permanentes y marcan la vida de familias enteras”, expresó.