“Jesucristo ha resucitado, y sólo él es capaz de quitar las piedras que cierran el camino hacia la vida”, fue el mensaje de resurrección que el arzobispo de San Pedro Sula, Miguel Lenihan, envió a todos los fieles en la culminación de la Semana Santa.
La Semana Mayor termina con la celebración gozosa, transformadora y luminosa de la Pascua de resurrección, el “paso” de Jesús de este mundo al Padre, de la muerte a la Vida, de la humillación a la glorificación.
“Que la luz de la resurrección ilumine nuestras mentes y convierta nuestros corazones, haciéndonos conscientes del valor de toda vida humana, que debe ser acogida, protegida y amada”, dijo Lenihan.
El mensaje de pascua de resurrección llega en un momento que Honduras sufre por la violencia, la pérdida de valores, desempleo y las confrontaciones políticas.
Lenihan que participó en todas las actividades religiosas de la Semana Santa expresó que hay que ser signos vivos de amor y servicio a los hermanos. Llamó a evitar toda división y confrontación en nuestras familias y nación.
En su mensaje el arzobispo dice que el tiempo pascual que iniciamos en este año jubilar nos convoca a escuchar el anuncio de Cristo, nuestra esperanza, ya resucitado.
“La alegría pascual llena de gozo el corazón del peregrino y se nos vienen a la mente aquellos dos discípulos, aquellos dos peregrinos que se encuentran con Jesús resucitado por el camino a Emaús. Es el gozo que arde el corazón, pues sabemos que Jesús vive y que si vida santa nos acompaña a lo largo de nuestro camino hacia la Jerusalén Celestial”, acotó.
Cierre de la Semana Santa
Es por eso que después de haber celebrado y vivido en todas las parroquias de la arquidiócesis la Semana Santa, luego de haber acompañado a Jesús en su pasión y cruz nos volcamos llenos de alegría y esperanza, basada en que su amor es tan grande que se derrama generosamente por el espíritu santo que se nos ha dado, manifestó el líder católico.
Las distintas parroquias de la arquidiócesis de San Pedro Sula revivieron la vía dolorosa de Jesús al calvario.
Las procesiones estuvieron concurridas igual que las misas y vigilias pascuales realizadas en la culminación de la Semana Mayor.
En las procesiones hubo muestras de fe así como en los viacrucis dramatizados que se realizaron en las comunidades católicas.
Cada mensaje leído en las 14 estaciones recordaron la problemática que atraviesa el país y en las peticiones se mencionó la sabiduría, discernimiento y voluntad que deben tener los gobernantes en un momento tan crucial para el país.
La iglesia católica reiteró su mensaje a los políticos y sobre todo a los que ejercen el poder en Honduras para que lo pongan al servicio de la paz, de la concordia, del bien de las personas y la convivencia pacífica.