Cinco aulas, equipo informático y otras herramientas pedagógicas están por arruinarse debido a que son utilizadas de forma indebida por la falta del último edificio del complejo del Intae.
Ante la inoperancia de la Dirección de Obras Públicas (antes Soptravi) para terminar la construcción del último edificio del Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae), que quedó abandonado desde 2008, padres de familia y autoridades han decidido recaudar fondos para intentar terminarlo.
El edificio que serviría como centro de recursos de aprendizaje para los estudiantes se está deteriorando con el paso del tiempo y a pesar de las miles de soluciones que han buscado, la amenaza de que las estructuras se vengan abajo está cada vez más latente.
Una comisión en representación de los padres de familia y autoridades del colegio viajó la semana pasada a Tegucigalpa para dialogar con representantes de la Dirección de Obras Públicas y solicitarles apoyo o cederles los edificios para poder terminarlos con fondos propios.
Sin embargo, la respuesta sobre la reanudación fue negativa debido a inconvenientes que la constructora tiene con la Dirección y para que el instituto pueda reconstruir la instalación debe pedir una acta firmada por ellos para evitar conflictos.
El Intae cuenta con más de tres mil estudiantes y los recibe de zonas como Calpules, Rivera Hernández, El Carmen, Cabañas y Satélite. “Hemos consensuado con padres de familia desde hace un tiempo el hecho de construir lo que falta de ese edificio nosotros mismos con actividades, rifas, ventas de comida o lo que sea porque se está deteriorando ese y los demás y no vemos respuestas positivas y prontas para el beneficio de nuestros estudiantes”, dijo José Antonio Alas, director del Intae.
Entre los intentos fallidos que han realizado está el apoyo del programa de Construcciones Escolares de la Secretaría de Educación, pero la problemática de las constructora y el organismo gubernamental les ha impedido ayudarles. La última construcción que se hizo con esfuerzos de los padres de familia es la del centro de comidas.
“El Gobierno no nos ayuda en nada. Llevamos años pidiendo apoyo para este edificio y no recibimos respuesta. El dinero de los hondureños fue mal invertido”, señaló Dolores Martínez, madre de familia.
Problemas
Es urgente que se reanude la construcción y, según el director, están abiertos al apoyo de los sampedranos o empresa privada que desee aportar a la educación en San Pedro Sula.
La falta de este edificio genera que los laboratorios de Computación, Ciencias Naturales y biblioteca ocupen al menos cinco aulas que podrían ser utilizadas para clases.
