Sentado en una banca del parque central, José Altarramos (46) no siente el fuerte sol del mediodía, solo espera el milagro de conseguir un trabajo.
José lleva tres años y medio desempleado y hoy sus oportunidades se reducen por su edad. “Cada vez que voy a una entrevista ven que me he desempeñado en empresas grandes como administrador, pero siempre me dicen que no. Muchos me han dicho que buscan a personas más jóvenes, que ya estoy muy de edad y no podría con el puesto”, contó.
El dolor que lo embarga se
refleja en cada gesto. De joven estudió administración de empresas para asegurar su futuro y, aunque trabajó en muchas empresas prestigiosas, hoy vive de los “trabajitos” diarios que consigue.
“Lo que más me duele es que tengo dos hijos en la universidad y yo quisiera ayudarles, pero a veces no tengo ni para comer”.
En Honduras hay 1,854,033 personas desempleadas, según la estadísticas del INE (Instituto de Nacional de Estadística), de las cuales un alto porcentaje son personas mayores de 35 años que han sido desplazadas de sus trabajos o ya no califican por estar “viejos”.
Óscar Suárez es un técnico en computación de 36 años y cuenta en la red social Facebook que en una entrevista de trabajo al ver su edad le dijeron: “Apunte acá su número de celular y lo vamos a llamar”. Nunca lo llamaron y sigue enviando currículos a las empresas.
Los adultos mayores dicen que se sienten discriminados al ser excluidos de la vida económica del país, aunque unos años atrás fueron sus mayores impulsores.
Norman Portillo, director regional de la Secretaría del Trabajo, dijo que en los últimos cinco años ha aumentado la cifra de personas que no encuentran trabajo por tener de 30 a 35 años.
“Para evitar que estas cosas pasen es necesario reducir el desempleo. Así se comenzarán a apreciar otras aptitudes en los trabajadores y no solo la edad”.
El funcionario explicó que muchos de los adultos mayores están desempeñando un trabajo inferior a su capacidad o profesión debido a la crisis. “Esto es un subempleo. Hemos llegado al extremo de empresas que entre sus requisitos contratan hasta los 35 años”. El Gobierno tampoco tiene un programa o plan para insertar a estas personas en el ambiente laboral.
“Una de las justificaciones es que los jóvenes tienen mayor producción y menos posibilidades de enfermarse”.
Otra situación que genera problemas y ha engrosado las estadísticas de desempleo son los jóvenes que se gradúan y, como no tienen experiencia, no son contratados, pero al ir creciendo y sin experiencia son relegados del mundo laboral.
“Se les va aumentado la edad y luego es más difícil encontrar trabajo. Esto se está convirtiendo en peligro”, agregó Portillo.
Cada semana se reciben al menos cuatro denuncias de personas mayores que dicen que están siendo discriminadas.
Óscar Galeano, exdirector del Consejo Hondureña de la Empresa Privada (Cohep), dijo que no entiende de dónde salió la idea de que en las empresas no contratan mayores de 35 años.
“Como empresarios estamos haciendo esfuerzos para evitar que este tipo de cosas sucedan. Le damos la oportunidad a toda clase de personas, sin distinción”.
German Leitzelar, diputado del Pinu, dijo que la Ley de Empleo por Hora era una de las salidas que se habían encontrado para que las personas mayores y los jóvenes pudieran tener trabajo.
“Esa ley únicamente fue experimental. El Ministerio de Trabajo está analizando, con los ajustes que se le puedan hacer, dejarla como un mecanismo permanente”.