Más de dos meses pasaron desde que las autoridades de la escuela Lila Luz de Maradiaga, en el barrio Cabañas, denunciaran el daño en la estructura del techo de la escuela.
El techo en una de las aulas colapsó, mientras que en los demás salones se puede ver el cielo falso cada día más abajo, por lo que los maestros temen por la vida de los alumnos.
Para evitar que lo estudiantes sufrieran daños, las autoridades del centro evacuaron a los niños de tres salones, y al no tener más espacios improvisaron uno en un cuarto que funcionaba como bodega, sin energía eléctrica, allí los alumnos de cuarto grado reciben sus clases, a los demás grados los llevaron a la sala de audiovisuales.
En otro extremo del centro se ven las malas condiciones en la estructura del techado.
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“Nos tienen con esa esperanza, pero no hay que esperar que ocurra una desgracia para tomar medidas”, dijo la subdirectora Bening Pantaleón.
Debido al problema, 32 alumnos de cuarto grado fueron evacuados y ahora reciben clases en una aula vieja sin energía que antes era utilizada como bodega.
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