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Cheesecake tradicional con fresas

  • 17 octubre 2015 /

La receta se remonta hasta la Grecia Antigua cuando los griegos utilizaban ingredientes simples como harina, trigo, miel y queso.

Por su irresistible base de galleta, al centro pastel de queso de suave, fresas naturales glaseadas y un toque de crema batida, el cheesecake se ha ganado el corazón de muchos.

Por donde se mire este postre ha resistido toda prueba del tiempo. La receta se remonta hasta la Grecia Antigua cuando los griegos utilizaban ingredientes simples como harina, trigo, miel y queso; tras la invasión de los romanos se agregó el huevo.

Fue hasta 1929 que se creó el cheesecake estilo Nueva York cuando Arnold Reuben, restaurantero alemán, se enamoró del postre y presentó su propia receta del perfecto pastel de queso que hoy conocemos.

Ingredientes
Base:1 taza de galletas María o de canela molidas
3 cucharadas de mantequilla derretida
3 cucharadas de azúcar

Relleno: 1/2 taza de azúcar
2 paquetes de queso crema ablandado
1 cucharada de jugo de limón
1 cucharadita de cáscara de limón rallada
1 taza de crema ácida
3 huevos

Topping: 1/2 taza de azúcar
1 cucharada de fécula de maíz
1/2 taza de jugo de naranja sin pulpa
1/4 de taza de agua
2 cucharadas de jugo de limón
1 pizca de sal
2 tazas de fresas frescas
Crema batida

Preparación
Base: Precalentar el horno a 160 °C. Mezclar las galletas trituradas, la mantequilla y el azúcar; presionar con firmeza la mezcla en el fondo del molde. Hornear por 10 minutos, retirar del horno y dejar enfriar.

Relleno: Subir la temperatura del horno a 180 °C. Batir azúcar con el queso crema, el jugo de limón y la cáscara hasta obtener una mezcla consistente. Agregar la crema y mezclar bien. Sumar los huevo uno por uno batiendo a baja velocidad hasta lograr una mezcla homogénea.

Verter el relleno sobre la base de galleta y hornear por 50 minutos o hasta que el centro esté casi firme.

Topping: Mezclar el azúcar y la fécula, añadir el jugo de naranja, el agua, el jugo de limón y la pizca de sal. Llevar a ebullición a fuego medio, revolviendo constantemente y hervir por un minuto. Retirar del fuego y dejar enfriar cinco minutos. Colocar las fresas frescas sobre el pastel y con un pincel de cocina añadir el glaseado. Decorar con crema batida.