Tegucigalpa, Honduras
La receta bien guardada de la abuela tuvo que salir a la luz y poner a prueba su más valioso tesoro.
Mariel Manzanares junto a su familia es la responsable de revivir la tradición hecha jalea de naranja agria que desde niña saboreó de manos de mamaíta Julia Oviedo en San Luis, Comayagua.
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Ahora junto a su tía Martha Rosales lideran la microempresa “Azahares”, Sabor de tradición. Dentro de cada frasco que ella prepara hay tradición, dedicación, esperanza y un delicioso sabor que envicia.
La crisis por la pandemia por covid-19 vino a sacudirles las ideas y redoblar motores para que su joven proyecto se expanda y consolide en el mercado.
Dentro de su lista de clientes, las personas mayores son parte importante de sus pedidos, pues la mayoría le han confesado que al probar las jaleas se trasladan con cada cucharada a su infancia.
A criterio de Manzanares, este producto artesanal es mucho más sano que las jaleas que se elaboran con azúcar, pues las de Azahares son preparadas a base de rapadura de dulce o dulce de caña, que es una fuente natural de energía y rica en vitaminas.
La meta que tienen las emprendedoras de jaleas es que se recuperen las tradiciones culinarias, pues muchos jóvenes de Tegucigalpa desconocen el exquisito sabor de la fruta y van por muy buen camino...
