23/04/2024
03:38 PM

San Pedro Sula necesita con urgencia un sistema de movilidad

En San Pedro Sula muere una persona cada dos días en un accidente de tránsito.Es necesario hacer una profilaxis vial y recuperar zonas urbanas perdidas por falta de autoridad.

    San Pedro Sula.

    En San Pedro Sula, una urbe que según las autoridades municipales se convertirá en una smart city (ciudad inteligente), murieron el año anterior 179 personas en accidentes de tránsito y 841 llegaron lesionadas a los hospitales.

    La cifra de víctimas mortales creció 580% y la cantidad de lesionados aumentó 900% respecto a la registrada cinco años atrás (2015), indican estadísticas de la Policía Nacional. Si este ritmo desenfrenado continúa, en 2025 morirán unas 4,250 personas y 14,292 sufrirán golpes, heridas o fracturas.

    Es así que en esta ciudad fallece una persona cada dos días en un accidente o 22 personas por cada 100,000 habitantes, una tasa alarmante que supera el promedio de los países pobres de África, según datos de las Naciones Unidas (ONU).

    Los habitantes y visitantes de esta urbe mueren en un hervidero creciente de vehículos que en 2019 estuvo compuesto por más de 1,500 autobuses urbanos (entre pequeños, medianos y grandes), más de 7,000 taxis (legales e ilegales), unos 285,000 automóviles particulares, más de 50,000 motocicletas y centenares de camiones que circulan por los anillos periféricos.

    Las cifras de víctimas y de carros siguen creciendo indiscriminadamente porque la Municipalidad y el Gobierno no han creado condiciones que propicien el desarrollo de un sistema de transporte y movilidad urbana que permita el desplazamiento de personas y mercancías en condiciones de eficiencia y seguridad, advierten académicos, expertos y conocedores de estos temas que recién participaron en Mesa de Debate de LA PRENSA.

    Para ser sostenible, La ciudad debe ser para las personas, no para vehículos.

    German Pérez,comisión de Transparencia

    “La ciudad tiene que estar hecha para las personas, pero aquí las autoridades están enfocadas en los vehículos. La ciudad es para la gente, no es posible que nos quiten las aceras exponiéndonos a que nos atropellen. Están queriendo hacer una ciudad inteligente, pero la ciudad no será inteligente, las inteligentes son las personas. Las autoridades deben convertir a San Pedro Sula en una ciudad sostenible que ofrezca un sistema seguro de transporte y movilidad”, critica Germán Pérez, egresado de la Universidad de Zamorano con especialidad en Desarrollo Urbano y Rural en Israel.

    Pérez, exvicepresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), exviceministro de Agricultura y miembro de la Comisión Ciudadana de Transparencia, percibe “un montón de disparidades y disparates que no están beneficiando a la comunidad”.

    “Piensan en infraestructura, infraestructura que es cara. Muchas veces es de lujo. Por ejemplo, están haciendo mucha publicidad al puente de desnivel del hospital Mario Rivas, puede ser una obra bonita, pero, ¿será conveniente gastar esa cantidad de millones?,cuestiona.

    Diario LA PRENSA abre Mesa de Debate como un espacio de convergencia de los actores sociales de San Pedro Sula para exponer ideas y realizar análisis, presentar soluciones a problemas o propuestas de mejora orientadas a convertir a esta urbe en una ciudad sostenible, un lugar de paz y prosperidad y un centro de desarrollo económico.Entre el 5 y el 6 de enero, académicos y expertos debatieron sobre la creación de un sistema de transporte y movilidad urbana, construcción de plantas de tratamiento de aguas negras y saneamiento. Discutieron sobre el ordenamiento urbano, infraestructura, asentamientos humanos y también acerca de la educación y el empleo.Entre este lunes y jueves, Diario LA PRENSA publicará una serie de cuatro entregas que reúne las propuestas surgidas en la primera Mesa de Debate, las cuales, si son consideradas por el Gobierno y la Municipalidad, ayudarán a afrontar los desafíos de la nueva década y a transformar a San Pedro Sula en una ciudad sostenible.
    En 2015, Honduras y todos los Estados miembros de la ONU se comprometieron a alcanzar para 2030 los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con el ánimo de reducir la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad.

    Entre estos, los Gobiernos deben alcanzar el objetivo 11, que propone la creación de ciudades y comunidades sostenibles con sistemas de transporte seguros y asequibles para mejorar la seguridad vial de los habitantes.

    La ONU llama a los países y ciudades a la ampliación del transporte público, “prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad”.

    Pero en San Pedro Sula, el desarrollo de un plan de esta índole se tornó menos posible puesto que el gobierno local, por mostrarse débil en el ejercicio de su autoridad, perdió el control de calles y avenidas céntricas y espacios urbanos estratégicos ante grupos particulares que buscan el lucro.

    La Municipalidad no ha logrado recuperar zonas estratégicas para la movilidad.

    El alcalde Armando Calidonio, pese a ser la máxima autoridad, ha reconocido que no puede recuperar las calles y avenidas céntricas, incluida la línea del tren, porque una “mafia de vendedores se apoderó” de ellas.

    Los participantes de Mesa de Debate de Diario LA PRENSA, quienes insisten en que el tema de smart city no es más que publicidad, coinciden en que es una necesidad para la ciudad recuperar las vías céntricas y los márgenes de los ríos que están ocupadas por más de 20,000 familias que viven en la extrema pobreza.

    “La movilidad pasa por el ordenamiento territorial, por ejemplo, esto tiene que ver con los asentamiento humanos. Si queremos construir una ciudad más humana debemos buscar la reubicación de los asentamientos humanos a zonas dentro de la ciudad”, dice Alberto Benítez, director ejecutivo de Hábitat para la Humanidad Honduras.

    Las autoridades gubernamentales o locales, desde el punto de vista de Benítez, no han logrado resolver este problema social porque siempre han propuesto la reubicación fuera de la ciudad, cuando “dentro de San Pedro Sula existen muchos terrenos ociosos que pueden ser utilizados para construir proyectos de vivienda vertical de tipo social para que esas personas estén cerca de sus trabajos y centros educativos”.

    Hay que hacer una profilaxis vial y reestructurar el transporte en la ciudad.

    Martín Mayorquín, fundación Valle de Sula
    La recuperación de las calles céntricas y las orillas de los ríos permitirá — dicen los participantes de Mesa de Debate— ganar espacios que favorecerán la creación de un sistema de transporte y de zonas de recreación.

    De esta forma la calidad de vida de los sampedranos mejorará: las calles estarán menos saturadas de carros, habrá menos consumo de combustibles derivados de petróleo, la contaminación ambiental será reducida (por menos emisiones de dióxido de carbono) y las personas podrán utilizar un sistema de transporte que les permitirá trasladarse en un menor tiempo y en condiciones seguras.

    ¿Cómo logramos la movilidad urbana? Con una profilaxis vial y una reestructuración del transporte. Esto tiene que ver con el ordenamiento territorial y el plan de desarrollo del municipio. La movilidad urbana nos da calidad de vida y permite a las personas aprovechar el tiempo”, dice Martín Mayorquín, ingeniero civil con maestría en Ingeniería Sanitaria, egresado de la Universidad de Sao Paulo, Brasil.

    Mayorquín está seguro que la ciudad ofrece condiciones para poseer un sistema moderno de buses, un tren y hasta un teleférico; sin embargo, esto “solo es parte de la solución en una ciudad sostenible”.

    “Nuestra solución no es cambiar buses ¿por qué?, porque lo medular no está ahí, está en la gobernanza, seguridad, en la movilidad urbana y organización de la ciudad; la ciudad debe dar todos los servicios y calidad de vida”, dice. “Da vergüenza cuando los inversionistas preguntan por el tratamiento de las aguas negras y la basura”.

    Para Mayorquín es una necesidad imperiosa retirar el equipo pesado de vías urbanas, y “esto solo se logrará construyendo el libramiento vial del valle de Sula, un proyecto que está dormido. La calidad de vida mejorará con una planta de tratamiento de aguas negras. Es una contaminación horrible (...). Nadie invierte en aguas lluvias. Cuando llueve es un caos en las calles de la ciudad. Para ayudar a la movilidad urbana hay que sanear”.

    Nuestra propuesta consiste en buses nuevos, con aire acondicionado, sistema prepago.

    Sergio Velásquez,Fetraseh
    Actualmente, con dinero aportado por los sampedranos, el Consorcio SPS Siglo XXI construye puentes y otras obras de infraestructutura que en años anteriores (a través de foros) propuso la Fundación para el Desarrollo del Valle de Sula con el propósito de satisfacer las nuevas necesidades.

    Mayorquín, además presidente de esa Fundación, resiente que el gobierno local mantenga en secreto el Plan Maestro de Desarrollo Municipal (el cual le cuesta a la ciudad L80 millones) y ya tenga dos años de retraso en la ejecución.

    “Tanto es así que lo conseguimos bajo, bajo, son 8,000 páginas. La alcaldía lo tiene como un secreto”, lamenta. Si el Gobierno y la Municipalidad no crean las condiciones y el sector privado no invierte, en 2025 San Pedro Sula enfrentará una crisis urbana mucho más grave. En ese entonces, la ciudad estará más integrada con Choloma, La Lima y Villanueva. Toda esta zona metropolitana tendrá una población que se aproximará a los dos millones de habitantes.

    PROPUESTA

    En medio de estas condiciones adversas, unas 45 empresas lograron en 2018 crear el primer consorcio (dentro de la nueva Ley de Transporte Terrestre) que pretende instaurar un sistema moderno de transporte.

    “Nuestra propuesta consiste en buses nuevos, con aire acondicionado, sistema prepago con tarjeta, reconocimiento facial, pago con teléfono inteligente, cámaras, botón de pánico y videoconferencias. Este será nuestro aporte para mejorar la movilidad urbana”, dice Sergio Velásquez, vicepresidente de la Federación de Transporte de Servicios Especiales de Honduras (Fetraseh).

    Esta organización tendrá una flota de buses fabricados en Brasil por la compañía Volvo, los cuales comprará con financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de ese país.

    Los 1,045 transportistas (pequeños, medianos y grandes) que han integrado este consorcio lo único que esperan es contar con el apoyo de la Municipalidad porque ya tienen el respaldo del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre.

    “Nuestro operador tecnológico está en Curitiba, Brasil, y Lima, Perú, y está montando una empresa en África. Ellos vinieron a San Pedro Sula, levantaron unas encuestas y van a regresar para hacer una propuesta sobre las rutas que debe autorizar la Municipalidad”, dice.

    Hasta ahora, San Pedro Sula no ha dado el primer paso para transformarse en una ciudad sostenible como lo ordena la ONU, y mucho menos para convertirse en una smart city .

    David Sandino, cofundador de Thinker & Makers, explica que “colocar grandes pantallas en los bulevares y tener Internet en los semáforos no hacen a la ciudad inteligente”.

    Converge con los otros participantes de Mesa de Debate que la Municipalidad debe replantear la idea y convertir a San Pedro Sula en una ciudad sostenible auxiliada con herramientas digitales y un sistema de transporte y movilidad que les ayude a las personas.

    “San José, Costa Rica, firmó un acuerdo con Waze para que sea el proveedor de información vial”, ejemplifica.

    En Centroamérica, San José, inició en 2014 un proceso para convertirse en ciudad sostenible con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).