Inicio de la represa El Tablón no será en lo que queda de 2025

Abogada que defiende a pobladores de Quimistán asegura que desde la Enee intentaron apresurar El Tablón para obtener un primer desembolso del BCIE. Mientras trascienden pocos avances del proyecto insigne de la Enee, incorporan a los planes de 2026 otras cuatro represas

Inicio de la represa El Tablón no será en lo que queda de 2025
  • 22 de octubre de 2025 a las 23:11 /
San Pedro Sula, Honduras
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Cuatro proyectos hidroeléctricos de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) figuran en el Programa de Inversión Pública 2026, que forma parte del Proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para ese ejercicio fiscal.

Entre los proyectos incorporados en el sector energía destacan Patuca IIA (La Tarrosa), en Olancho; Llanitos y Jicatuyo, en el occidente del país; y Morolica, en el sur.

En conjunto, estas obras tienen una designación presupuestaria cercana a L1,200 millones, específicamente para financiar estudios o actualizarlos. El proyecto Patuca IIA tiene un costo estimado de 525 millones de dólares y con una capacidad de 150 megavatios (MW) y ya hay empresas chinas interesadas en ejecutarlo.

En el Programa de Inversión de 2026 se estableció un monto aprobado de L500 millones, para estudios de factibilidad y diseño final para la futura central hidroeléctrica en el municipio de Patuca, Olancho.

Los Llanitos concebida con una capacidad preliminar de 80 megavatios, requerirá una inversión estimada de 400 millones de dólares. En tanto, Jicatuyo se estima con 210 megavatios (MW) de capacidad instalada.

Tras 40 años en papel, la represa El Tablón está a 22 días de su esperado inicio

Ambos se presupuestaron con L250 millones cada uno para la actualización o elaboración de estudios para su construcción en la cuenca del río Ulúa. Por su parte, a Morolica al que le destinaron L197.5 millones para elaboración de estudios .

Todos estos proyectos, en el caso de Los Llanitos y Jicatuyo de los que también se habla desde hace décadas, se suman a El Tablón, cuyo costo total de inversión es de aproximadamente 300 millones de dólares, con financiamiento aprobado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y respaldo del gobierno hondureño.

La licitación internacional para la obra se lanzó en febrero de 2025, se recibieron ofertas en junio y aunque no se ha oficializado cuál es la empresa ganadora de la licitación, el inicio de la construcción estaba previsto para arrancar el 1 de octubre, sin embargo, el proyecto sigue enfrentando serios desafíos.

Render de cómo se verá la cortina de la represa El Tablón.

Avances y conflictos. Salomón Ordóñez, exgerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica y asesor del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), analizó uno a uno los cuatro proyectos de represas incorporados a los planes del Gobierno, además de El Tablón, cuya inicio estaba contemplado para este año.

Afirmó que el proyecto hidroeléctrico El Tablón es el más próximo a ejecutarse entre las represas planificadas, debido a que ya cuenta con financiamiento aprobado, estudios de factibilidad concluidos y licitación en marcha.

Ordóñez explicó que la construcción enfrenta un único obstáculo que es la falta de acuerdo con los propietarios de las tierras que serán inundadas por el embalse.

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“Es normal que los habitantes se opongan, pero lo justo es negociar. Hay que compensar a la gente. Eso ha retrasado el inicio. Y lo advierto, el contratista que gane la licitación no puede poner un pie en el sitio para comenzar si los moradores no lo dejan”: Salomón Ordóñez, asesor del Cohep

El ingeniero detalló que El Tablón tiene como objetivo principal el control de inundaciones en el valle de Sula, especialmente en áreas como La Lima y el aeropuerto Ramón Villeda Morales, que sufren directamente por el desbordamiento del río Chamelecón.

“La prioridad del Tablón no es la generación eléctrica, sino evitar los millones de lempiras en daños y las pérdidas de vidas que dejan las crecidas”, afirmó. Según Ordóñez, la represa podría generar unos 17 megavatios de energía en invierno, una cifra pequeña frente al consumo del valle de Sula, que ronda los 1,000 megavatios.

“Por eso digo que su impacto energético es limitado, pero su valor en prevención de desastres es incalculable”, sostuvo. Consideró que el próximo gobierno deberá retomar de inmediato el diálogo con las comunidades afectadas para iniciar las obras en 2026.

Ejecución el otro año. “El Tablón es de Honduras, no de ningún partido político. Conviene a todos los hondureños”, subrayó.

3,000

megavatios

hay instalados en Honduras y El Tablón producirá 17. Solo el valle de Sula consume 1,000 megas.

Ordóñez aseguró que será el gobierno que llegue, es decir, que resulte electo el 30 de noviembre, el que tendrá que sentarse de inmediato con los habitantes de ahí de la zona, se pongan de acuerdo de inmediato y se comience el proyecto. El arreglo con los dueños de tierras es el más rápido de hacer”.

También mencionó que los proyectos Llanitos y Jicatuyo, ubicados en el occidente del país, son los siguientes en importancia, con inversiones conjuntas que podrían superar los 1,000 millones de dólares. Sin embargo, aclaró que su desarrollo tomará más tiempo por los estudios técnicos y ambientales aún pendientes.

Finalmente, sostuvo que el panorama hidroeléctrico del país es positivo, pues “después de décadas sin financiamiento”, ahora existen condiciones para reactivar obras largamente postergadas.

“Sería una pena que se pierda la oportunidad de ejecutar El Tablón. Es el proyecto más estratégico para el control de inundaciones y el desarrollo del valle de Sula”, concluyó.

Este 2025, las centrales hidroeléctricas El Cajón y Cañaveral recibieron fuertes inversiones para mejorar y renovar sus instalaciones y repotenciar su generación.

Pendientes legales en torno a la represa El Tablón

La abogada Kenia Oliva, subdirectora del Bufete Justicia para los Pueblos, aseguró que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) no cuenta con los requisitos legales ni ambientales para construir la represa El Tablón, en Quimistán, y que el proyecto se mantiene detenido por acciones judiciales y vacíos normativos.

Este bufete representa al Comité de Defensa de los Bienes Comunes del Valle de Quimistán que se opone a la construcción de la represa.Según Oliva, se han presentado dos recursos de amparo ante la Corte Suprema de Justicia, los cuales aún no han sido resueltos.

“La Corte nos pidió justificar varios aspectos sobre los pueblos indígenas, a pesar de lo que establece el Convenio 169 de la OIT y la Constitución sobre el derecho a la autodeterminación”, explicó.

Las comunidades de San Marcos, dijo, poseen títulos ancestrales que respaldan su reclamo de territorio afectado.

La jurista detalló que también se interpuso una queja ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), el cual requirió tres veces a la Enee información sobre el proyecto.

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"La Enee ha mentido a la población del valle de Sula diciéndoles que el proyecto ya va, pero que en realidad no tiene respaldo legal. No pueden construir una represa de esa magnitud sin consulta previa a los pueblos indígenas ni una ley del Poder Legislativo: Kenia Oliva, abogada Justicia para los Pueblos.

“Solo cuando se sintió presionada la Enee mandó un estudio de 2023, hecho por Lombardi, que no está actualizado ni es verídico”, indicó.

Añadió que la empresa estatal no posee licencia ambiental y que apenas el lunes anterior recibió ofertas para una consultoría sobre el proceso de reasentamiento, “cuando eso es lo primero que debió haberse hecho”.

Además, recordó que la Ley de Energía Renovable exige que cada represa sea aprobada mediante decreto del Congreso Nacional, como ocurrió con Patuca o El Tornillito, y que El Tablón no cuenta con esa ley.También cuestionó el manejo financiero del proyecto.

Señaló que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) habría condicionado desembolsos de hasta 300 millones de dólares una vez contratada la empresa constructora, por lo que la Enee “se apresuró a licitar antes de cumplir los pasos previos”.

A su juicio, “buscaban el dinero más que resolver las necesidades del valle”. Finalmente, Oliva consideró que la represa no es la solución a las inundaciones del valle de Sula. “No tengo pruebas, pero tampoco dudas de que lo que se pretendía era el desembolso del dinero, no resolver el problema de las inundaciones”, resumió.

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Jessica Figueroa
Jessica Figueroa
jessica.figueroa@laprensa.hn

Periodista de investigación, editora y cronista. Con 22 años en el periodismo escrito y multimedia. Con subespecialidades en diseño y edición gráfica e inteligencia artificial.