Con las compras de fusiles de la serie Tavor, Galil, Ace, pistolas Jericho, bombas y misiles realizadas en los últimos cuatros años, Honduras convirtió a Israel en su principal proveedor de armas con un saldo cercano a los $31 millones pagados en una década.
La industria armamentista israelí, que entre 1972 y 1981 se constituyó en una destacada suministradora con el 81% de las compras hechas por Honduras, había perdido terreno, pero comenzó a recuperar el mercado un poco después de que el Gobierno reestructurara el sistema de seguridad.
Tendencia global.El mundo aumentó el gasto militar en 2018, según afirma el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo.
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A lo largo de la década, las importaciones han mostrado altibajos y los saldos pico de la factura han respondido a circunstancias sociales y han coincidido con la creación de nuevas agencias estatales de seguridad durante los dos períodos de la administración de Juan Orlando Hernández.
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Luego de una leve reducción en las compras en 2016, el Gobierno hondureño disparó las importaciones en 2017 ($19,423,256) y 2018 (16,499,235) en medio de una convulsión social desencadenada después de las elecciones generales.
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De los $105 millones gastados en nueve años, compró $39,086,678 (equivalente al 37%) en bombas, granadas, torpedos, minas, proyectiles, perdigones y otras municiones, y de esa cantidad Estados Unidos y México proveyeron $23,641,046 (el 60%).
Israel es fabricante de ese tipo de artefactos; sin embargo, en la relación con Honduras sobresale por ser el principal proveedor de armas de guerra como los fusiles Tavor utilizados por la ahora llamada Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP), los Ace, con los cuales patrullan los elementos de la PM y otras entidades de seguridad.
Con esos fusiles de asalto, que pueden ser disparados con una mano y utilizados con mayor facilidad en espacios confinados, la Israel Weapon Industries (IWI) desplazó en este país los M16 (de fabricación estadounidense).
Osorio Canales considera que el Gobierno de Hernández ha actuado con buenas intenciones al invertir en armas ligeras para fortalecer las unidades de las Fuerzas Armadas y todas las entidades aglutinadas en la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), creada en 2014.
Al mismo tiempo, como lo hace Turquía (con la marca Girsan), República Checa (con CZ), la industria israelí también le provee al Gobierno pistolas Jericho (9 mm) que vende a los ciudadanos a través de La Armería.
Críticas
Para Ismael Zepeda, economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), más que convertir a Israel en el primer proveedor, aumentar el gasto en armas es inconsecuente con la realidad del país.“Denota que somos un país en guerra, el problema es: ¿en guerra contra quién?, no podemos declararles la guerra a Estados Unidos, Rusia o China. El asunto es que tenemos un nivel de importación de millones de dólares; una parte va al sector privado, a través de La Armería, pero la mayor parte de esta importación de municiones, bombas, armas y material bélico va a las Fuerzas Armadas”, critica.
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No puede ser coherente la importación de las armas, cuando ni siquiera estamos en una situación bélica, y se puede hablar de algún combate al narcotráfico, pero también es prácticamente ineficiente, porque al final con las declaraciones recientes en la Corte de Nueva York más bien las Fuerzas Armadas han servido para apoyar al narcotráfico”, lamenta.
Defensa
Fuera de las importaciones de todas esas armas, Honduras le está pagando a Israel una cuota anual tras haber firmado en julio de 2016 el Acuerdo marco de cooperación entre el Gobierno de la República de Honduras y el Gobierno del Estado de Israel por un monto de 209,142,378 dólares.A cambio de esa suma, Israel le está suministrando una embarcación, con capacidad para aterrizaje y despegue de helicópteros, dos sistemas de armas navales de control remoto, repuestos y repotenciación de siete aviones F-5E/F, helicópteros Bell 412, equipo de comunicación y tres sistemas de vigilancia no tripulados integrados, cada uno, con dos drones: uno de control, una antena y un disparador.
Los drones, que ya están en poder de las Fuerzas Armadas para vigilar las fronteras, poseen la tecnología desarrollada por la empresa Elbit Systems.El acuerdo, que entró en vigor el 6 de diciembre de 2016, tras ser publicado en La Gaceta, tiene una duración de 10 años y obliga a pagar a Honduras la deuda en 11 anualidades que terminará de desembolsar en 2026.
Honduras ha incrementado el gasto en armamento, logística y nueva tecnología militar en un momento que los países vecinos (Guatemala, El Salvador y Nicaragua) fortalecen todo su aparato bélico con ayuda del exterior.
Nicaragua, por ejemplo, le compró en 2016 a Rusia 50 tanques de guerra por $80 millones, un poco antes una docena de sistema de defensa antiaérea, helicópteros Mi-17V-5 y equipo logístico.
De acuerdo con análisis del Real Instituto Elcano, organización española especialista en estudios internacionales y estratégicos, “Nicaragua se ha vuelto dependiente del apoyo militar ruso. En 2013, los dos países firmaron un acuerdo en el cual Rusia se comprometió a financiar la modernización de las fuerzas armadas de Nicaragua. Moscú ha vendido y donado equipos al país y ha recibido fuerzas nicaragüenses para su entrenamiento”.
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La alianza con Israel es importante, a criterio del general retirado, porque ese país tiene “mucha experiencia en inteligencia, espionaje y lucha contra el terrorismo y una tecnología avanzada impresionante” e históricamente ha prestado adiestramiento a miembros de las Fuerzas Armadas.
Además de comprarle armas convencionales, el Gobierno debe pagarle a Israel $48,987,378 (el 23% del acuerdo de los $209 millones) por equipo, software y capacitación para desarrollo de un proyecto de ciberseguridad para la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII).
Debido a que es para operaciones de inteligencia, el Gobierno no ha anunciado el tipo hardware y software adquirido; sin embargo, el Citizen Lab, laboratorio de la Escuela Munk de la Universidad de Toronto, detectó en Honduras (en 2017) operaciones de vigilancia con el spyware Pegasus de la firma israelí NSO Group.
El spyware Pegasus permite jaquear celulares con sistemas iOS y Android —según Kaspersky Lab—, lo cual implica el acceso a los mensajes de WhatsApp y escucha de llamadas.